¿Qué tipo de prótesis se implantan actualmente?
Nosotros implantamos sobre todo prótesis anatómicas porque se amoldan perfectamente a las formas del cuerpo femenino. También las hay redondas, pero las usamos solamente en un determinado tipo de cuerpo por el tipo de piel.
Al poder hacerse a medida, pensamos que lo ideal son las prótesis anatómicas. Además las pacientes que vienen a la consulta nos piden una medida de sostén, por ejemplo una 95B nuestro papel en ese momento es asesorarles y hacerles ver que lo bonito es un pecho harmónico y proporcional a la naturaleza de sus cuerpos.
¿Qué papel tiene el profesional en la elección de la talla del implante?
Nosotros siempre incidimos en que lo bonito es la proporción, el equilibrio y la naturalidad, nuestro papel es asesorar a la paciente en este sentido y decidir conjuntamente la talla.
Para que a las pacientes les sea más fácil entender nuestros parámetros de belleza (precisamente porque suelen pedirnos tallas de sostén demasiado grandes) les hacemos probarse varias prótesis debajo de una camiseta ajustada que reproduzcan el resultado tras la intervención. En ese momento las pacientes pueden comparar la idea con la que venían a nuestra consulta con nuestras recomendaciones, enfocadas a la proporción y harmonía de la silueta.
Por lo general, la medida final suele oscilar en torno a los 300 gr por prótesis, con este implante logramos un acabado perfecto (hablando en los parámetros de la belleza actual).
¿Cómo es el postoperatorio?
Tras la intervención puede retomarse la vida normal entre los 7 y los 15 días después, dependiendo del caso.
Las molestias del postoperatorio dependerán del umbral del dolor de la paciente y del tipo de intervención. En el 90% de los casos operamos sin tocar el músculo, por lo que la posibilidad de experimentar dolor se reduce radicalmente, convirtiendo el postoperatorio prácticamente en indoloro, con molestias mínimas.
Cuando la intervención se hace bajo el músculo, porque la piel es muy fina y la paciente prácticamente no tiene pecho, sí se experimentará algo de dolor. Por eso preferimos operar sin tocar el músculo y con un poco de pecho ya lo hacemos así con un pequeño corte bajo el pecho. Esta intervención es la que da mejores resultados: el pecho queda turgente, se mueve, oscila, no queda rígido y al tumbarse se desplaza. Un pecho natural.
¿Ha cambiado mucho la intervención de mamoplastia a lo largo de estos años?
Sí, ha mejorado radicalmente: han mejorado las anestesias, las prótesis son mucho mejores y las técnicas también se han perfeccionado. La experiencia además es decisiva para operar con más acierto y profesionalidad.
¿Qué debemos hacer con las prótesis antiguas?
Las prótesis con una antigüedad mayor a 15 años es preferible que sean sustituidas por unas nuevas. El recambio se hace en una intervención muy sencilla que podría hacerse con anestesia local. Las prótesis con las que trabajamos actualmente en teoría, no necesitarán cambiarse nunca. Las mejores del mercado, las cohesivas de gel, tienen garantía para toda la vida, lo que no implica como es obvio, que el cuerpo de la paciente no vaya a sufrir cambios y pueda precisar algún retoque. Sin embargo hay casos espectaculares de mujeres que se cuidan y hacen ejercicio, que a los cincuenta años parece que sigan teniendo veinticinco.
¿Cuál es el paciente típico de esta intervención?
La paciente tipo de una mamoplastia oscila entre los dieciocho y los cuarenta años.
A los dieciocho años la mujer ya ha completado el crecimiento y desde un punto de vista legal tiene plena libertad de decisión. Tenemos pacientes de dieciocho años que acuden porque su pecho no ha crecido como ellas querrían. También tenemos pacientes de veinticinco años y mujeres que quieren recuperar el pecho que tenían antes de la maternidad. Son los casos típicos.
¿Hay alternativas a la mamoplastia?
Existe la posibilidad de aumentar el volumen del pecho inyectando grasa de la propia paciente que se extrae de zonas como “pistoleras” o vientre. Se trata de una opción interesante, cada vez con más demanda y mejores resultados, por la que apostamos como operación del futuro porque a la paciente no se le inyecta ni implanta ningún “cuerpo extraño”. Estamos seguros de que esta operación irá a más con resultados espectaculares. También existe una opción temporal, gracias a la inyección de ácido hialurónico, que dura en la paciente un año. Es una opción ideal de cara al verano para aumentar una talla de pecho, corregir irregularidades o embellecer el escote sin pasar por una operación, puntos ni anestesia. Un simple relleno, un “maquillaje” que el cuerpo absorberá sin ningún tipo de contraindicación.
+Info: www.vilarovira.com
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