Pertenece a una de las generaciones más creativamente activas de la Barcelona preolímpica, cuando la vanguardia intuía un antes y un después del evento por excelencia del s.XX, para la internacionalización de la ciudad; una peculiaridad que aporta, sin duda, elementos creativos al talento. Pero a pesar de regentar dieciocho restaurantes entre Barcelona, Madrid, Girona y México, Rosa siempre confiesa que jamás imaginó cómo de extenso debería ser su imperio. Una ventaja competitiva que le ha permitido crecer creando, innovando y sin estrés, al ritmo que marcaba su equipo y su propia necesidad de hacer cosas nuevas.
Veinticinco años después de la apertura de «El Mordisco«, aquel pequeño restaurante que fundó junto a su hijo, Tomás Tarruella y que marcó tendencia, Rosa y sus cuatro hijos -Tomás, Sandra, Raquel y Carla- forman un equipo infalible que gestiona un grupo empresarial familiar de una solidez incuestionable, en continua evolución; y hace diez años, en plena vorágine de la renovación hotelera de la ciudad -cuando el debate sobre el tipo de turismo que debería recibir la ciudad marcaba las reuniones público-privadas- apostaron por el Hotel OMM, un hito del ‘lifestyle’ urbano.
Ahora, cuando celebran su décimo aniversario, el Omm renueva su restaurante Roca Moo, arriesgando. Exponer su cocina ante los comensales de una manera permanente y absolutamente interactiva, demuestra gran osadía; aunque el objetivo sea, precisamente, que éstos le vean la cara a los cocineros y perciban su hospitalidad. Entre fogones se gestiona una cocina de calidad servida en una atmósfera elegante, donde la luz evoca una estacionalidad que siempre ha sido motivo de exaltación en Can Roca. No se puede pedir más. La decoración es responsabilidad, cómo no, de la interiorista Sandra Tarruella, quién ha delegado la creatividad del “bosque de abedules” a la paisajista Ana Esteve.
El Roca Bar, sin embargo, es el contrapunto “cool” a la gastronomía convencional. Joan, Josep y Jordi Roca han ‘repensado’ todas las tapas de Can Roca, para reproducirlas en este nuevo proyecto. Todos los clásicos del Moo se reconvierten en tapas y los bocadillos, toda una innovación gastronómica, se transforman en ‘bocatas de cocina’ rellenos de guisos a precios anticrisis.
Rosa Esteva ha convocado a todos sus amigos a la presentación de este proyecto-sinergia con los Roca, que coincide con la celebración de una década dorada del Hotel OMM, en la que se ha posicionado como icono del estilo urbano a nivel internacional. Ferrán Adriá y Juan Mari Arzak tomaron buena nota de los ‘repensados’ de los Roca y el ‘establishment’ completo de la hotelería-boutique barcelonesa, hicieron los honores a una anfitriona que no compite, sino que comparte.
Fue una gran fiesta. Pero sobretodo, se percibía en el ambiente las ganas de homenajear a una empresaria, cuyo éxito ha sido crear un equipo excelente y multidisciplinar, cuya cohesión siempre da como resultado un paso hacia adelante. Grandes empresarias que no requieren de portadas pero que lideran sectores definitivos. Creatividad, pasión y sentido del deber.
Gema Castellano