Dotado de una visión comercial fuera de serie, Alexander utilizó sabiamente a los capitanes de los barcos como embajadores de la marca, a la vez que aprovechaba la experiencia de esos intrépidos lobos de mar para adecuar el producto a las difíciles condiciones del transporte. Este es el motivo, precisamente, de que las botellas de Johnnie Walker sean cuadradas. Las redondas se rompían con mayor facilidad durante la travesía. Esta simple innovación consiguió que la ‘casa escocesa’ optimizara sus beneficios de manera considerable.
Sir Alexander Walker, hijo de Alexander, también afrontó con éxito la expansión de la empresa, pero su gran contribución fue la de iniciar la estrategia de elaboración de su propio whisky. Hasta entonces, la empresa lo adquiría en diferentes destilerías para posteriormente mezclarlo.
Sir Alexander, experto en la mezcla de whisky, experimentó con sabores y aromas dejando un interesante legado tras la adquisición de varias destilerías e instaurando, como una tradición, la filosofía de la compra de destilerías diseminadas por todo el territorio escocés.
En la actualidad Johnnie Walker es la marca que cuenta con más destilerías y produce más botellas de whisky escocés. La casa tiene millones de barricas construidas en diferentes maderas diseminadas por toda Escocia; y en esta peculiaridad reside la “rareza” de las mezclas.
En el año 1920, Johnnie Walker estaba ya presente en 120 países y propuso a todos sus comerciales escribir textos sobre las localidades donde residían.
El objetivo era que hablaran de su gastronomía, de sus costumbres, de su cultura, de los lugares más peculiares, de sus habitantes, de su historia… un reto que todos aceptaron y que dio lugar al primer libro de viajes de lujo. A una singular guía de turismo.
Ahora, el extraordinario velero estilo ‘belle époque‘ John Walker & Sons Voyager, recrea aquel excéntrico viaje de aventuras que Sir Alexander pidió diseñar a sus comerciales dispersos por todo el mundo; y, tras atracar en Portofino, Mónaco y Cannes, llega a Barcelona con la intención de compartir con esta ciudad, tan ligada al comercio marítimo, un recuerdo y una leyenda.
El “Game Changer Event”, con el que el velero concluirá su estancia en la Ciudad Condal, es un homenaje a las personas que han sabido cambiar las reglas del juego, tal y como hizo la casa Walker para expandir su negocio.
Pero antes de partir, la firma mostrará a una reducida selección de invitados y durante varios eventos, sus Etiquetas Premium:
“Johnnie Walker Blue Label” -el blend más exclusivo del mundo-
“Johnnie Walker Gold Label Reserve” -el ‘champagne de los whiskies’, tal y como lo apoda el Brand Ambassador, Tom Jones–
Y el “Ultra Premium John Walker & Sons Odyssey”, el primer triple malta de Johnnie Walker, elaborado con los maltas más puros de las destilerías escocesas. “Sólo una de cada 10.000 barricas entra en esta botella”, nos cuenta Tom Jones.
Una auténtica odisea épico-romántica al estilo más puro de los aventureros del s.XIX, es la que está recreando el John Walker & Sons Voyager, en honor al visionario Sir Alexander Walker.
Y en cada puerto encuentra una persona extraordinaria que también ‘ha cambiado las reglas del juego‘, a la que convierte en homenajeado anfitrión de honor; en el caso de España, el interiorista Lázaro Rosa-Violán, Premio AD a mejor interiorista 2013.
El velero John Walker & Sons Voyager llegó a Europa tras recorrer la ‘Ruta de las Especias’ en Asia, y tras zarpar del puerto de Barcelona, se dirigirá a Amsterdam, Londres, Hamburgo, Copenhague y Edimburgo, donde terminará su Odisea promocional de las etiquetas más selectas de la ‘casa’, tal y como lo haría Sir Alexander; sin olvidar la exclusividad y el lujo. Leonardo Dicaprio, Nicole Kidman, Robert Redford, Martin Scorsese o Uma Thurman han sido invitados de honor de anfitriones de la talla del modelo internacional David Gandy o el jugador de fútbol Christoph Metzelder; sin duda, unos compañeros de viaje que el refinado Sir Alexander hubiera valorado.
Gema Castellano
@GemaCastellano
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