Y también es cierto lo expresado en su discurso de inauguración por la vicepresidenta del gobierno catalán, Joana Ortega, cuando afirmaba que «más que nunca, necesitamos el instrumento de la internacionalización. La receta la conocemos: más internacionalización, fomento de las relaciones entre creatividad e industria, soporte financiero y estímulo a los nuevos talentos. Esta es la receta que estamos seguros que funciona. Esto es la 080 Barcelona Fashion«.
La incógnita es que seguimos sin saber realmente si hay industria de la moda propiamente dicha o, simplemente, hablamos de creatividad en estado puro, carente de las estructuras de financiación, comercialización y distribución propias de una empresa sostenible.
Reconociendo que no es el mejor momento para pedir a las empresas resultados, productividad e inversión en su desarrollo, creo que quizás sí sea el tiempo de analizar la auténtica relación entre la creatividad y la industria de la que habla Ortega, si realmente existe esa llamada ‘creatividad’ e incluso cuales son los objetivos reales de unos y otros, a la hora de mostrarse en la 080 Barcelona Fashion.
No es fácil, porque la coherencia absoluta todavía no se ha alcanzado y en cuanto a estándares de calidad, la flexibilidad es amplísima. Aún siendo un certamen que engloba el diseño ‘en general’, que se va consolidando como un evento único en el calendario de la moda, que está muy entroncado con el movimiento city-fashion, que presenta cierta tendencia a aglutinar todo lo que significa el concepto ‘tendencia’ y que nació hermanado con las redes sociales -con todas las expectativas de promoción que esto crea- el proyecto sigue presentando dificultades de expresión.
En realidad, a muchos de los diseñadores que muestran colecciones no les importa demasiado que ‘los editores busquemos contenidos’, porque más bien lo que pretenden es la ‘difusión’ -con mayúsculas- de las imágenes de sus colecciones, a ser posible sin someterse a la molesta crítica periodística.
En definitiva, requiere mucho tino la acción de diferenciar la calidad en una marabunta de propuestas presentadas bajo el paraguas de la creatividad; y, sin embargo, es fundamental soportar este ‘fashion storm’ para identificar lo ‘poco o mucho y bueno’ que pueda darnos argumentos para pensar en una nueva ‘industria del diseño’ que no solo es textil, sino que, además, abarca todas las ramas de la creación en general. Ojalá vayan por ahí los tiros.
El certamen, no obstante, cuyo modelo es pionero y único en Europa, cuenta con los mejores padrinos que abogan por su prestigio, credibilidad y consolidación. No en vano Barcelona ha inspirado modelos de negocio que son un referente creativo mundial.
«Empresas como Desigual demuestran que España es vanguardia», me comentó en más de tres ocasiones Didier Guillon –presidente de la firma de cosmética Valmont– en una extensa entrevista que Informativos.Net le realizó recientemente, en la que también hablábamos de la actual coyuntura económica española. No es baladí que fuera de nuestro territorio se reconozca el talento de nuestras empresas.
Desigual, Mango y Custo Barcelona avalan con su presencia este cajón de sastre cada vez más ordenado llamado ‘080 Barcelona Fashion‘ que, quizás, no necesite en absoluto los avales de los gerifaltes que ‘mandan’, con viejas maneras, en las pasarelas internacionales.
La 080 Barcelona Fashion es otra cosa. Ya lo ha demostrado y así lo hemos entendido los que, desde su creación, intentamos analizar un nuevo modelo de plataforma de difusión de la industria del diseño, sin más referencias que ‘lo viejo’.
El certamen de verano 2013 de la ‘080 Barcelona Fashion’ comenzó con la puesta en Pasarela de 44 looks pertenecientes a las colecciones ‘Rock it up’ otoño/invierno 2013 de la firma Mango; que también presentó 18 estilismos de Mango Kids. La firma de Isak Andic cerró el ejercicio de 2012 con una facturación de 1.691MM de euros, de los que 70MM€ corresponden a la venta ‘on line’, y la perspectiva de abrir nuevas tiendas durante 2013 en España, Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Italia, Polonia y Rusia. En 2014 Mango se plantea retos, y abrirá la tienda más grande de Europa en Múnich, con 2.300 m2, y la mayor del mundo en Ankara, con más de 3.000 m2.
Andic, presidente de Mango, no delega en nadie la responsabilidad de este desfile. Sabe que su presencia credibiliza y, uno a uno, durante más de una hora, recibió a sus casi 1.000 invitados -más o menos ilustres- a pie de pasarela; aunque llegó acompañado de su hijo y actual vicepresidente ejecutivo de Mango, Jonathan Andic. El heredero se ha consolidado como tal tras la jubilación de su tío Nahman Andic, co-fundador de la compañía.
Tras el desfile y en el jardín anexo al edificio Dhub, Mango sirvió un cóctel-cena a 900 invitados. El chef Nandu Jubany, de Can Jubany, firmó el fabuloso catering a razón de 60 euros por persona, Moët & Chandon a parte; y es que Andic no escatimó a la hora de agasajar en su ciudad. Muchas cosas que celebrar y un pistoletazo de salida para la ‘080 Barcelona fashion’ de lujo.
Y es que el baile de estrategias comerciales, también es un show en la ‘080’. Desigual intentaba apuntalar su política viral, facilitando la imagen desinhibida de la modelo Adriana Lima a todo aquel que deseara ‘moverla’ por las redes sociales; y Custo insistía en su seña de identidad -Barcelona- trasladando su celebración al edificio del Gran Teatro Principal, el cual está ayudando a restaurar.
Las firmas más modestas, sin embargo, han demostrado no tener estrategia de comunicación eficaz y deberían cuidar ese detalle para las siguientes ediciones. Porque es cierto que los ‘editores buscamos contenido’ y cuando lo encontramos, lo mimamos y lo contamos. Las redes sociales, son otra cosa.
Gema Castellano
@GemaCastellano
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