La segunda línea está formada por vestidos con faldas de volúmenes ligeros realizadas con varias capas de tul sedoso o pañuelos de organza de seda que caen en cascada rematados con vainicas. Los detalles de fantasía y las aplicaciones y los bordados de encaje y pedrería cobran protagonismo para adornar cuerpos y faldas de tul que producen un efecto mágico al moverse.
Los vestidos de gran caída, casi sin volumen, componen una tercera línea donde espectaculares bordados sobre tules transparentes dibujan formas preciosas sobre la piel de la novia. El voile y el tul de seda natural combinado con sutiles encajes son los tejidos protagonistas para unos trajes de inspiración puramente romántica, con gran movimiento y que cobran vida al andar.
Esta nueva colección utiliza la ilusión óptica derivada de la utilización de tejidos sutiles y delicados como la novia a modo de tendencia. Esto da lugar a sofisticadas creaciones que se materializan en prendas que se transforman al darse la vuelta con acabados como transparencias, aplicaciones de encajes y pedrerías o sorprendentes escotes inesperados.
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