La colección de Chanel para el otoño/invierno 2013-2014, firmada por Karl Lagerfeld, no innova nada más que en las ‘hechuras’ y los ‘looks’, perfectamente acomodados al estilo más genuino de La Maison y al tipo de mujer con el que Coco se hubiera identificado en el s.XXI. Tendencia cómoda ‘oversize‘ con amplios hombros para chaquetas y ‘tres cuartos’ para la mujer a los que sólo delatan las pinzas del talle, gran dosis del nunca excesivo tweed y una pequeña novedad: el abandono del total look en ‘noir’ que, creemos, no será una tónica general del autor.
Como identificaciones de un ‘look’ con cierto aire ‘postapocalíptico-chic’, las mujeres llevan polainas de cuero, botas con mil cadenas y guantes con cadenas y tachuelas. También gorros de piel, cuyo diseño recuerda a los cascos de combate de la II Guerra Mundial, y un maquillaje discreto.
Cambiar todo para que nada cambie, parece ser la consigna de esta colección que impresiona por su vanguardismo, pero que, sin embargo, no renuncia a ningún elemento emblemático ni de La Maison ni del propio Lagerfeld.
Los asistentes al desfile, acostumbrados a la sorpresa de las grandes ‘performances’ a las que Lagerfeld somete a le Grand Palais -sede histórica de los desfiles de Chanel en la Semana de la Moda de París– se encontraron en esta ocasión como único elemento decorativo: una enorme bola del mundo, en cuyos continentes brillaban los puntos donde la firma está presente. “El universo Chanel”, pensaron todos los asistentes; pero el mensaje era mucho más explícito. Se trataba del Universo Karl Lagerfeld, quien ha conseguido hacer de la firma un objeto del deseo también para rusas y chinas de postín.
Sin olvidarse del ‘chic’ francés o la ‘ellegance’ europea, el Kaiser hace, desde hace tiempo, constantes ‘clin d’oeil’ a las culturas orientales, con el objetivo de encajar una firma tan genuinamente europea, en los mercados con más poder adquisitivo. El polifacético Lagerfeld les dedica periódicamente colecciones, retrospectivas, exposiciones o cualquier otra iniciativa cultural relacionada con la firma que facilite el posicionamiento de marca en esos países.
Su carismática personalidad y sentido del negocio han llevado a Chanel al triunfo alrededor del mundo, y Karl Lagerfeld deseaba que, en este desfile, quedara bien claro quién es el artífice de ese éxito. ¿Por qué?. Hay rumores de cambios, pero ¿qué sería la maison de Coco sin la rumorología?. Por el momento, Chanel ha salvado una nueva Semana de la Moda de París con el beneplácito unánime del público. El talento de Lagerfeld sigue siendo incuestionable.
Gema Castellano
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Huerta de Albalá, para variar. |