En el mismísimo Casco Viejo -también conocido popularmente como las ‘7 Calles‘, punto en el que nació la villa hace 800 años- encontramos las primeras posibilidades. El museo de “Los Pasos de Semana Santa” es, quizá, el más pequeño y desconocido para muchos bilbaínos. En la calle Iturribide, en su día preferida por los jóvenes por la cantidad de bares y surtida oferta de “pintxos”, se encuentra este museo ocupando lo que fue la antigua alhóndiga. Allí se guardan desde ‘Pasos’ o imágenes de Semana Santa a hábitos de los cofrades, imaginería barroca y contemporánea.
El Museo Arqueológico, situado junto a las escaleras de Mallona que llevan hasta el primer cementerio de Bilbao, exhibe restos arqueológicos que demuestran como entendían la vida y la muerte los primeros habitantes de este territorio. El decano de los museos de Bizkaia es el Museo Vasco, que ocupa el primer edificio construido en el siglo XVII por la Compañía de Jesús en Bilbao. En el centro del claustro de lo que fue la iglesia de los Santos Juanes se exhibe la joya de la corona: el ídolo de Mikeldi, una escultura de piedra arenisca datada en la segunda edad del hierro que se cree tuvo finalidad funeraria. Solo por esto y porque el museo tiene muestras de cerámica o ferrería vasca, por ejemplo, merece una vista.
El ídolo de Mikeldi en la Iglesia de los Santos Juanes
El Museo Diocesano de arte Sacro es otro de esos museos localizados en el entorno del Casco Viejo. El convento de la Encarnación, en la plaza del mismo nombre, atrapa las miradas con su portada renacentista. Es, curiosamente, otro de los grandes desconocidos para muchos bilbainos que ignoran que éste, uno de los edificios históricos más antiguo de Bilbao, guarda una excelente muestra de platería y docenas de esculturas y pinturas.
Convento de La Encarnación
El recorrido de uno a otro museo, sin abandonar ni un minuto las 7 Calles, nos facilita observar edificios emblemáticos que aún conserva la villa. De museo vivo puede calificarse la Biblioteca de Bidebarrieta, un edificio del barroco afrancesado al que las inundaciones de 1983 a punto estuvieron de dejar inservible y que, cuando se construyó, a finales del siglo XIX, fue la sede de la “Sociedad el Sitio”. Hoy es uno de los puntos culturales más improtantes de la ciudad y custodia más de 100.000 libros.
Biblioteca de Bidebarrieta
Catedral de Santiago
El Palacio de John, o Edificio de la Bolsa, de autor desconocido y patio triangular, es otro de esos edificios-joya que ha reconvertido sus 3 plantas de silleria en edificio cultural y social. Son imperdibles tambien el Palacio Arana, el mas antiguo de Bilbao que ha sido testigo de toda la grandeza y de las mayores miserias de la ciudad; las escuelas Maestro García Ribero; la Estación de Atxuri que luce en su fachada escudos de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba además de las cadenas del escudo de Navarra; los Jardines del Arenal con su circular kiosko de música obra de Pedro Ispizua, autor tambien de la Plaza de la Ribera, o la Plaza Nueva, que oculta bajo sus arcos numeros bares y restaurantes.
Jardines del Arenal
Poner fin a la lista sin mencionar la Fuente del Perro, una fuente de 3 caños que son en realidad leones; los soportales de la Ribera; el increiblemente bello Teatro Arriaga; el edificio del Ayuntamiento; la Catedral de Santiago; la parroquia de Los Santos Juanes; la Iglesia de San Nicolás; el puente y la Iglesia de San Antón; o la Iglesia de la Merced, cerrada en los años 80 para reconvertirla en sala de conciertos, sería cerrar los ojos a ese inmenso museo al aire libre que es el caso viejo bilbaino.
Teatro Arriaga
Iglesia de San Nicolás
Ayuntamiento de Bilbao
Que algo bueno pasa en Bilbao, es innegable. De ello se han dado cuenta numerosas cadenas hoteleras que anuncian una docena de nuevas aperturas en los próximos meses. Algunos establecimiento ocuparán, de hecho, edificios cargados de historia en las 7 calles.
Araceli Viqueira @AraceliViqueira
Fotos (c): Turismo de Bilbao