La reciente catástrofe causada por la DANA en la provincia de Valencia ha dejado un saldo devastador de 216 víctimas mortales, según los datos facilitados por el Centro de Integración de Datos (CID). Este análisis, realizado por un órgano técnico especializado, no solo revela las características demográficas de los fallecidos, sino también patrones preocupantes que deben ser abordados para prevenir tragedias similares en el futuro.
La conclusión es que la mayor parte de la información que está circulando en los medios de comunicación en este momento tiene como finalidad crear un relato político. Va a ser necesaria una labor intensa de divulgación para que los sufridos ciudadanos sepan cómo comportarse ante un fenómeno de lluvia torrencial y sus consecuencias.»
Jesús Belenguer
Vayamos a los datos:
Un perfil vulnerable: mayores de 70 años y movilidad limitada
Más de un centenar de las víctimas mortales (104 personas) tenían 70 años o más, y 15 de ellas superaban los 90 años. Estas cifras destacan la vulnerabilidad de las personas mayores ante fenómenos extremos, especialmente aquellas que vivían en plantas bajas de sus viviendas, donde el agua subió rápidamente. Bomberos y rescatistas han señalado que muchas de estas personas perdieron el equilibrio al intentar desplazarse dentro de sus hogares, lo que resultó en ahogamientos.
El 48% de los fallecidos tenían 70 años o más y el porcentaje sube al 63% si consideramos el grupo de 60 años o más. La mayoría vivían en la planta baja de sus viviendas por las dificultades con las escaleras y se ahogaron dentro de sus casas.
La distribución por edad refleja un impacto mayoritario en personas de más de 50 años, aunque también hubo nueve menores de edad entre las víctimas, incluidos siete bebés de menos de un año.
Impacto en municipios y nacionalidades
El CID detalla que las víctimas¹ se distribuyen en 26 municipios de la provincia de Valencia. Los más afectados son Paiporta (45 fallecidos), Catarroja (25), Valencia (16) y Alfafar (15), con cifras significativas también en Massanassa, Benetússer y Torrent, que registraron diez fallecidos en cada localidad.
De las 216 víctimas, 190 eran de nacionalidad española y 26 eran extranjeras, procedentes de 11 países. Entre estas nacionalidades, destacan Rumanía (9 fallecidos), Marruecos (4) y China (4), seguidos por Reino Unido, Ecuador y Venezuela, entre otros.
¹Se consigna el término municipal donde se produce el levantamiento del cadáver, no el municipio de empadronamiento de la persona fallecida
Errores fatales: el coche como trampa mortal
Además de las víctimas que murieron en sus hogares, se ha documentado un número significativo de personas que fallecieron intentando rescatar sus vehículos. Este comportamiento refleja un recuerdo de inundaciones pasadas, como la ocurrida hace 14 años, que se limitó principalmente a sótanos y daños menores en superficie. Sin embargo, esta DANA demostró ser mucho más letal, subrayando la necesidad de cambiar percepciones y reforzar mensajes preventivos.
La importancia de las alertas meteorológicas
El riesgo de grandes inundaciones puede mitigarse si se toman en serio las alertas meteorológicas. Sin embargo, permanecer en casa no siempre es una garantía de seguridad, como se ha evidenciado en esta tragedia. La educación sobre cómo actuar en estos casos es clave, especialmente para las personas más vulnerables. Las recomendaciones deben incluir:
- Evitar permanecer en plantas bajas de viviendas en zonas inundables.
- No intentar rescatar vehículos durante lluvias torrenciales.
- Seguir protocolos de evacuación y buscar refugios seguros según indiquen las autoridades.
Coordinación judicial y forense
El análisis de las víctimas ha sido posible gracias al trabajo del Centro de Integración de Datos (CID), un órgano técnico creado para gestionar este tipo de catástrofes. Integrado por la Oficina Forense y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el CID ha reunido los informes de identificación de las víctimas bajo el amparo del Real Decreto 32/2009, garantizando cifras oficiales y fiables.
Actualmente, 20 órganos judiciales de diez partidos judiciales diferentes tienen abiertas diligencias previas relacionadas con los fallecimientos.
Reflexión final: aprender de la tragedia
La tragedia de la DANA en Valencia pone en evidencia la necesidad de una mayor preparación ante fenómenos extremos. La educación ciudadana, la mejora en infraestructuras y un enfoque especial en los grupos más vulnerables son esenciales para evitar que desastres como este se repitan. Esta catástrofe debe servir como un llamado a la acción para que la seguridad y la prevención se conviertan en prioridades ineludibles.
Fuentes:
- Oficina de Comunicación del TSJCV. (2024). Datos oficiales del CID sobre la DANA de Valencia.
- «La trampa mortal también era el salón de casa» (El País). Disponible en: elpais.com
- Datos del Poder Judicial: lnkd.in/dh6py7tp
Artículo redactado con asistencia de IA (Ref. APA: OpenAI. (2024). ChatGPT (versión 4.0). OpenAI).