En el marco del Día Mundial de la Diversidad Biológica, el Observatori del Patrimoni Natural i la Biodiversitat (OPNB) ha hecho públicos los últimos resultados del programa de seguimiento de mariposas de Cataluña, el Catalan Butterfly Monitoring Scheme (CBMS), coordinado por el Museu de Ciències Naturals de Granollers. Los datos correspondientes a 2024 confirman 210 extinciones locales de mariposas, coincidiendo con un periodo de cuatro años de sequía persistente en el territorio catalán.
Pese a la gravedad de la situación, expertos del CBMS apuntan a que estas extinciones podrían ser reversibles si las condiciones ambientales mejoran. De hecho, durante 2024 ya se ha detectado un primer repunte en algunas poblaciones gracias al regreso de las lluvias.
Una sequía persistente y su impacto acumulado
El periodo comprendido entre 2021 y 2023 ha sido el de menor abundancia de mariposas desde que se realiza el seguimiento en Cataluña. Aunque las lluvias retornaron en 2024, su irregularidad no ha bastado para revertir completamente el daño acumulado. Durante estos años, muchas poblaciones desaparecieron de los transectos donde se venían registrando sistemáticamente.
“La salud de la vegetación es clave para el desarrollo de las mariposas. La escasez de recursos afecta a las larvas cuando se alimentan y a los adultos por la menor disponibilidad de néctar”, explica Andreu Ubach, del Museu de Ciències Naturals de Granollers.
El CBMS considera extinta localmente una especie cuando, tras cuatro años consecutivos de presencia en un lugar, deja de detectarse durante los cuatro años siguientes. Así, las 210 extinciones de 2024 no reflejan desapariciones inmediatas, sino el efecto diferido de años sin registros tras una presencia previa continuada.
Desde el inicio del programa en 1994, se han contabilizado 495 extinciones locales de mariposas, de las cuales el 42% se han concentrado en este último año. Entre las especies más afectadas destacan Cupido minimus (14 extinciones), Fabriciana adippe, Brenthis daphne, Boloria dia y Hesperia comma. Estas pérdidas se concentran especialmente en regiones mediterráneas, mientras que muchas poblaciones alpinas se mantienen estables.
Diagnóstico regional: una mayoría en regresión
El CBMS ha calculado tendencias para 145 especies en todo el territorio catalán. De ellas, 68 (56,5%) presentan una regresión moderada o fuerte, frente a solo 15 (10,3%) en incremento. Otras 33 (22,7%) mantienen una situación estable y el resto muestra tendencias inciertas. En conjunto, el 77,9% de las especies muestran dinámicas negativas.
En los puntos con datos consecutivos entre 2023 y 2024, la abundancia global creció un 8%, pasando de 199.000 a 215.000 individuos. Este aumento, aunque alentador, parte de mínimos históricos alcanzados en 2022 y 2023, por lo que su consolidación requerirá una evaluación prolongada en el tiempo.
La importancia del clima y los ciclos vitales
No todas las especies han respondido igual a la sequía. Algunas mariposas, especialmente las que tienen varias generaciones al año (polivoltinas), se han beneficiado de las lluvias primaverales de 2024. En cambio, las especies que vuelan en primavera fueron duramente golpeadas por la escasez de alimento durante el año anterior, lo que dificultó su desarrollo larvario.
Especies como Pseudophilotes panoptes, Anthocharis cardamines o Nymphalis polychloros han registrado importantes descensos, mientras que otras, como Gonepteryx cleopatra, Libythea celtis o Polygonia c-album, se vieron favorecidas por haber pasado el invierno como adultas y disponer de buenas condiciones reproductivas en primavera.
Cabe destacar que la respuesta de las mariposas al clima es regionalmente variable. Por ello, desde 2020, el CBMS analiza los datos divididos en tres zonas climáticas: alpina/subalpina, mediterránea húmeda y mediterránea árida. Los resultados por especie y región están disponibles en el sitio web del CBMS.
¿Qué esperar en 2025?
Aunque las lluvias de 2025 ofrecen un horizonte más optimista, aún es pronto para afirmar que se revertirá la tendencia negativa. Las especies primaverales no han logrado recuperarse del todo y podrían verse afectadas por periodos de vuelo acortados o por un incremento de la mortalidad, debido al ataque de parásitos u hongos en las crisálidas.
Aun así, se espera un verano con alta abundancia de mariposas gracias a la mejora del estado de la vegetación. La evolución futura dependerá de cómo se mantengan las condiciones climáticas y del seguimiento a largo plazo que permite el CBMS. Este programa no solo mide las fluctuaciones anuales, sino que permite evaluar las tendencias que definen el presente y el futuro de la biodiversidad en Cataluña.
Artículo redactado con asistencia de IA (Ref. APA: OpenAI. (2025). ChatGPT (versión 4.0, 22 mayo). OpenAI)