Hace casi un año que nos echamos a la calle con indignación. Ese noble sentimiento ya no es suficiente. Hay que organizarse para encontrar juntos una solución democrática a una crisis interminable.
De viernes a viernes, el gobierno y los políticos sacan decreto ley tras decreto ley de expropiación de los bienes materiales e inmateriales de los ciudadanos:
· aumentan la edad de jubilación,
· eliminan los derechos laborales y sindicales,
· imponen el co-pago (repago) sanitario,
· desmantelando la enseñanza pública,
· se adueñan de televisión española,
· niegan el derecho al trabajo y aprueban el despido express,
· desalojan a cientos de miles de sus viviendas
· entregan a la banca los recursos financieros públicos a fondo perdido.
· alimentan a las multinacionales (luz, agua, telecomunicaciones, gas, petróleo) con la imposición de cuotas abusivas a los consumidores.
· amnistían a los ladrones fiscales,
· legislan contra las respuestas de nosotros las victimas de tanta injusticia criminalizando hasta la resistencia pacifica.
La Constitución de 1978 está deslegitimada por aquellos políticos que han entregado la soberanía económica a Bruselas, la banca y los mercados financieros. Por todo ello la apertura de un proceso constituyente es el único camino pacifico y democrático para salir de la crisis. Vamos a ejercer el poder que nos otorga el Art. 1.2 de la actual Constitución que reconoce que la soberanía reside en el pueblo. Nuestro horizonte es dar origen a una Nueva Constitución que asegure los derechos de todos los ciudadanos.
Hoy es más urgente que nunca la auto-organización de ‘los de abajo’. Existe capacidad intelectual y experiencia suficiente para que eso sea posible.
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