La crisis de los Derechos Humanos que afecta a los colombianos ha alcanzado proporciones alarmantes.
En los últimos años, al menos 25 Defensores de los Derechos Humanos han muerto en Colombia, otros se han visto obligados a exiliarse por temor a perder la vida, mientras que aquellos que continúan con vida son objeto de amenazas, hostigamiento, intimidaciones y asesinatos.
Los Defensores de DDHH en las zonas rurales son quienes se encuentran más expuestos a las amenazas debido a la mayor actividad de los grupos armados, a la práctica contrainsurgente, a la falta de infraestructura y a la escasa presencia de la estructura civil del Estado.
Al comenzar su mandato el Presidente Andrés Pastrana Arango firmó en 1998 su compromiso de hacer de los Derechos Humanos una prioridad para su gobierno. Si bien el programa de protección gubernamental a favor de los Defensores ha proporcionado algunas medidas de protección, aquellos que residen en zonas remotas en conflicto han recibido escasa o nula atenci¢n.
Por el contrario, las intensas operaciones paramilitares con su doctrina de la «responsabilidad colectiva» continoan considerando a los activistas de Derechos Humanos y a quienes prometen mejores condiciones de vida para la poblaci¢n m s pobre, una amenaza y blanco leg¡timo de sus persecuciones.
Este conflicto creciente se ha caracterizado por el desprecio manifiesto por los DDHH y por una reinante impunidad.
Ejemplo de ello es el caso de HERNANDO RESTREPO, LUIS ANGEL GUERRA y JHON MORALES. Los tres fueron asesinados en la madrugada del 1 de diciembre de 1996 en la localidad de Zaragoza, departamento de Antioqu¡a por el mismo grupo fuertemente armado. Hasta el d¡a de hoy nadie ha comparecido ante los tribunales en relaci¢n con sus homicidios. Cabe mencionar que todos estos hechos ocurrieron a escasa distancia de la comisar¡a de la polic¡a local. Hernando, Lu¡s y Jhon trabajaban para el Comit’ de Derechos Humanos de Zaragoza. Este comit’ dej¢ de funcionar inmediatamente despu’s de los asesinatos dejando a esta peque_a regi¢n, que registra un intenso conflicto armado, sin organizaciones de defensa de los DDHH.
El 1 de diciembre del 2000 sus casos cumplen cuatro a_os de total impunidad.
Informaci¢n General
Gracias a la labor llevada a cabo por miembros de Organismos de Derechos Humanos, se ha sacado a la luz parte de la verdad sobre esta crisis y en algunos casos se han identificado culpables sin que hasta el momento hayan sido condenados por los tribunales.
Es por ello que los defensores de DDHH en Colombia continoan siendo sometidos a una campa_a de agresi¢n y violencia, planeada, ordenada y ejecutada por miembros de las fuerzas de seguridad y grupos paramilitares.
Aunque el gobierno haya dado pasos para mejorar la protecci¢n de los defensores, aon no ha abordado la ra¡z del problema. El incumplimiento de las recomendaciones y resoluciones emanadas de los organismos internacionales, el poco progreso en la promulgaci¢n de leyes y reformas judiciales y la no aplicaci¢n del Plan propuesto por Organismos de DDHH, hace que d¡a a d¡a el caso colombiano sea m s preocupante.
Amnist¡a Internacional en su oltimo informe reconoce que hace falta, por parte de las autoridades colombianas, demostrar una voluntad pol¡tica genuina de implementar una estrategia de protecci¢n efectiva, para poner fin a la impunidad reinante que ampara a quienes atacan, agreden y matan a quienes intentan defender los DDHH.
Son necesarios actos y no palabras para mantener con vida a los defensores y permitirles desempe_ar su labor imprescindible de Defensa de la Vida misma.
Ahora que la Comisi¢n de Derechos Humanos de la ONU ha reconocido la importancia de proteger a quienes trabajan a favor de los Derechos Humanos, ha llegado el momento de que las autoridades colombianas cumplan con sus reiteradas promesas de dar prioridad a los Derechos Humanos en la agenda del Gobierno Nacional. S¢lo el Estado tiene el poder leg¡timo y los medios necesarios. Es su responsabilidad y su obligaci¢n el proteger a quienes contribuyen a la promoci¢n de la Libertades Universales.
El art¡culo 12.2 de la Declaraci¢n sobre el derecho y el deber de los Individuos, Grupos e Instituciones de promover y proteger los Derechos Humanos y la Libertades Fundamentales Universalmente reconocidas, tambi’n afirma esta obligaci¢n (Declaraci¢n sobre Defensores de los Derechos Humanos aprobada por la Asamblea General de la Naciones Unidas – 9 de diciembre de 1998).
LOS QUEREMOS VIVOS. EXIGIMOS VERDAD Y JUSTICIA
Josefina Salomon
Amnesty International