Su hija, Elena Quinteros, desapareció el 28 de junio de 1976. Fue secuestrada en los jardines de la embajada de Venezuela en Montevideo cuando huía de un comando militar. Estos hechos se dieron durante la dictadura que estuvo en el poder entre 1973 y 1985.
Desde el día de la desaparición de Elena, María Almeida, apodada «Tota», nunca descansó en su búsqueda. Su vida cambió. Jamás se había imaginado la lucha que iba a emprender para saber dónde estaba su hija.
En marzo del año pasado se entrevistó con el Presidente venezolano, Hugo Chávez, quien le ofreció ayuda para descubrir el paradero de Elena. Sin embargo, nada se concretó.
Fue internada el día 3 de enero en el Centro de Terapia Intensiva del Sanatorio 4 del Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay.
Luego fue trasladada a terapia intermedia para permitir las visitas de sus familiares y amigos. Falleció al amanecer del 7 de enero.
Amigos de Tota y compañeros en la bosqueda de los desaparecidos, lamentaron que Tota haya partido sin un resultado concreto de su lucha. M s
aon, reflexionaron sobre la crueldad de quienes saben del destino final de Elena y que sin embargo, callaron. (Uy/QR/Ci/Dh/ap)