El doctor Villamizar denunció con valentía las masacres cometidas por grupos paramilitares durante 1999 en La Gabarra y Tibú, Norte de Santander, y trabajó de manera ardua por la protección de los colombianos que habitaban esta región. Su desempeño ejemplar provocó que fuera víctima de amenazas de muerte que lo obligaron a salir del país.
Con profunda tristeza la Oficina manifiesta su preocupación por este hecho que se suma a un sinnúmero de amenazas contra trabajadores de los derechos humanos en todo país y que obstaculiza de forma grave la reconciliación entre los colombianos.
La Oficina desea llamar la atención sobre la alarmante situación que viven los defensores de derechos humanos, en especial, en el Magdalena Medio, donde en los últimos días han debido enfrentar hostigamientos y amenazas de grupos paramilitares. En particular, la Organización Femenina Popular y Brigadas Internacionales de Paz, fueron declarados hace una semana «objetivos militares».
La Oficina insta al Gobierno a tomar medidas espec¡ficas, eficaces y urgentes para proteger a los defensores de derechos humanos, en especial a los que se encuentran en alto riesgo, y en zonas en las que se cierra el espacio humanitario.
La Oficina urge al Gobierno para que investigue y castigue a los responsables del crimen cometido contra el doctor Villamizar, lo mismo que las amenazas y hostigamientos contra otros defensores de derechos humanos. La lucha comprometida contra la impunidad es un elemento clave para la protecci¢n de los defensores.
La Oficina se solidariza en estos dif¡ciles momentos con la familia del doctor Iv n Villamizar y con la comunidad de defensores de derechos humanos en el pa¡s. Son los defensores de derechos humanos quienes cumplen el mandato universal de difundir el derecho a la vida y a la dignidad de todas las personas, su tarea merece el respeto y el reconocimiento de los colombianos».