Mencionaré a algunos políticos presentados aquí y ahora como salvadores, sin entrar a analizar o describir los motivos a los que nos llevaron, por acción u omisión, al estado de la situación actual ya que lo he realizado en otros trabajos:
* Duhalde (PJ), presidente provisorio, ha firmado sin titubear el decreto que convoca a elecciones solo presidenciales para el 20 de marzo del 2003. No entiende, no quiere entender o no lo dejan entender, que en definitiva es lo mismo, que la sociedad toda reclama que se realice una renovación total de los cargos electivos desde ese grito que resuena a lo ancho y largo del país de “¡Qué se vayan todos!”.
* De la Sota (PJ) tiene el atrevimiento de hacer actos políticos proselitistas y sonreír para propios y extraños en los pagos de Avellaneda donde hace un mes su gobierno infiltró, ordenó agredir y reprimir hasta llevarse la vida de dos jóvenes piqueteros. De sus antecedentes y sus dichos actuales se puede advertir que si es presidente será lo mismo que el riojano ex presidente, y que busca abandonar Córdoba dejándola en la peor situación en años, imitando a Ruckauf en Buenos Aires para esconderse en la cancillería nacional.
* Romero, Rodríguez Saá y Kirchner (PJ) no saben si van por adentro o por afuera del partido, otrora obrero y popular, y esperan solamente los datos de las encuestas mientras nos entretienen con sus ideas de conformar un frente progresista, nacional y popular como si todos no los conociéramos en su acción de años de gobernantes provinciales. Invitan y convocan a cualquiera que pase delante de sus narices y con los cuales no podrían sostener un minuto de dignidad y menos aún una propuesta seria de gobierno para todos.
* Menem (EEUU-FMI) se sigue riendo de cómo quieren investigar su enriquecimiento ilícito con una Corte Suprema de Justicia conformada a su medida y necesidades, y que la cobardía de los legisladores no puede llevar a un juicio político. Antes de subirse a cualquier palco le tienen que crear una zona liberada o por lo menos un microclima de calma y adhesiones seguramente contratadas.
* U.C.R. y el FrePaSo, casi sin ninguna excepción dirigencial, se convirtieron hace meses en ciudadanos del planeta Marte. Por vergüenza o incapacidad no quieren comprometerse con nada relativo a nuestro país y eso es de alguna manera saludable si recordamos como terminó el gobierno de la Alianza.
* Artaza (¿?), producto de los multimedios que baja por momentos del escenario artístico, se ha convertido en referente popular que día a día avanza más allá de los genuinos reclamos de los ahorristas. Hoy ocupa un lugar de privilegio ante las misiones foráneas que nos vienen a monitorear y pretender firmar el acta de la defunción nacional.
* Zamora (A y L), y esto me duele profundamente decirlo, quiere convertirse en la figurita difícil de los sectores de izquierda para la conformación de un frente. A pesar de que convoca públicamente a la participación en asambleas de su movimiento no acepta las decisiones de convertirse en candidato presidencial; contentándose con mantener conversaciones telefónicas con dirigentes y dilatando una postura que podría esclarecer el panorama de la izquierda.
* Carrió (ARI) con sus puestas en escena mediáticas, su ideario capitalista humanizado, convertir al Congreso en un templo religioso y avanzar en formar un frente electoral con: Ibarra (FrePaSo) quién debe primero realizar la tarea prometida y comprometida frente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y luego recién en pensar seguir atornillado al mismo cargo de jefe de gobierno y Kirchner (¿PJ?) una fotocopia de Menem al momento de reformar la constitución, establecer su reelección y manejar la justicia en Santa Cruz.
* La Izquierda toda aún no se ha dado cuenta del momento histórico que está dejando pasar. Cada partido está mirando para atrás en su historia perdiendo la posibilidad de crear un futuro de poder popular serio, respetable y superador. Sigue, sin embargo, buscando al enemigo dentro del espectro popular mientras la derecha avanza en su reformulado discurso para alcanzar el poder.
Todos hablan de la crisis argentina como si fueran ajenos; mientras tanto desde afuera se nos quiere presentar la falta de apoyo financiero internacional del grupo de los países ricos y privilegiados, los organismos de crédito y todos sus brazos armados empresarios, financieros y militares, como un ejemplo mundial de castigo por haber caído en cesación de pagos. Eso es una mentira a todas luces, ya que con la devaluación descontrolada se está realizando una atroz transferencia de riquezas e ingresos, la baja del valor de nuestro patrimonio y empresas, la pérdida del poco ahorro nacional, junto al aumento del hambre, la desesperanza y la desocupación con salarios a cada instante más magros de los que aún quedan en pie. No recibir ayuda financiera es conveniente para no seguir incrementando la dependencia, ya que aquella sería únicamente para salvar responsabilidades propias y extrañas mediante simples registraciones contables.
¡Basta ya!. Dejemos las discusiones estériles, los proyectos vacíos de solidaridad, las propuestas que no pasen por la liberación. Que los políticos de antes sigan con las formas políticas agotadas que los están dejando solos y arrinconados. De lo contrario seguiremos siendo funcionales al sistema y diferentes modelos que se aplican con mínimos matices diferentes en toda Latinoamérica.
Qué esperamos entonces los que no convalidamos ninguna de éstas cuestiones: ¿No estaremos perdiendo el tiempo?, ¿No seremos nuevamente idiotas útiles del sistema de poder impuesto?, ¿No nos convertiremos en los propios sepultureros de nuestras vidas?, ¿No nos damos cuenta que las futuras generaciones nos recordarán como cobardes e incapaces?, ¿No podemos detenernos a pensar la forma de resistir y desobedecer democrática y contundentemente?, ¿Es tan difícil encontrar un mínimo de coincidencias para enfrentar juntos a los que siempre deciden?.
Busquemos desde abajo, desde cada sitio que ocupamos en la vida, sin aparatos partidarios, ni partidos descerebrados, ni dirigentes notables que se entregan sistemáticamente al ser elegidos, una nueva forma de participación que haga posible cada uno de los cambios que son necesarios realizar hasta terminar en la verdadera y real revolución de las ideas, por la vida, la solidaridad, la seguridad social, el bienestar de todos, la paz social, la justicia independiente, el trabajo y el progreso de todos.
Hoy es el momento, mañana será muy tarde.
Hugo Alberto de Pedro
