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Con esta primera jornada de
movilizaciones (en Madrid y en las principales ciudades del país) se
pretende presionar a los presidentes de gobierno del G8, que se
reunirán a principios de julio en el Reino Unido, para que dediquen
más y mejor ayuda al desarrollo, trabajen por la cancelación del 100%
de la deuda de los países más pobres y apoyen un cambio en las reglas
que rigen el comercio internacional. Otras dos grandes movilizaciones
internacionales se realizarán en septiembre ante la Asamblea General
de las Naciones Unidas y en diciembre, coincidiendo con la reunión
ministerial de la Organización Mundial del Comercio en Hong Kong.