Se trata de un blanco concebido para formar parte de la gama alta de la bodega, y, en consecuencia, cuidado al máximo desde el viñedo, donde se recogió la uva manualmente en cajas de 10 kg. Conservada en cámara frigorífica a 6º C hasta el proceso de selección en la mesa, la uva se prensó y trasladó posteriormente por gravedad a las barricas de roble francés donde realizó la fermentación a 16ºC. Allí ha permanecido con sus lías 10 meses, tras lo cual continuó la crianza en botella.
En cata, Caminante 2008 revela su personalidad: oro con reflejos verdosos a la vista; nariz intensa, de gran complejidad, donde aparecen aromas de confituras, aceitunas verdes, cassis, un registro de pera… En boca seduce por su gran delicadeza y largo final.
Una vez más, y de acuerdo con los objetivos de Terra Remota, nos encontramos ante un Empordà que huye de los estereotipos y busca su propio camino en una zona con gran potencial de posibilidades.