Amparada por la sombra del Icho, árbol del Ginkgo Biloba considerado sagrado en Japón, la puerta del restaurante que lleva el nombre de la deidad botánica del país del Sol Naciente es, sin duda, la entrada a un mundo culinario caracterizado por un nuevo concepto de gastronomía japonesa que nada tiene que ver con lo habitual.
Y no hemos tenido que desplazarnos ni a New York ni a Londres, para sumergirnos en la alta cocina japonesa presentada, intencionadamente, de mil maneras, para garantizar su accesibilidad a las necesidades de todo tipo de comensales.
A la creatividad y la excelencia del maestro Tan, Yukihiko Shidara, se ha unido el talante innovador de la empresaria Ana Saura para convertir al Icho, situado en el 69 de la calle Deu i Mata de Barcelona -junto al centro comercial La Illa- en la única oportunidad en la ciudad de degustar la alta gastronomía japonesa en toda su amplitud y autenticidad creada en directo por el maestro Tan y en formato de “tapa”.
Un auténtico recorrido degustación en raciones “mini” que nada tiene que envidiar a las propuestas del “Kiku” de Londres o el “Jewel Bako” de New York.
La iniciativa, de lo más “cool”, solo presenta una condición: la de no molestar con preguntas y sugerencias al Maestro Tan mientras prepara en directo las “tapas” de Sushi o Sashimi para consumir en la barra. El reconocido y prestigioso “chef” nipón prefiere la concentración trascendental oriental a la “cháchara”, a la hora de enfrentarse a la elaboración de la seleccionada materia prima y a su presentación. Todo un detalle.
Sus propuestas, únicas, basadas en la tradición milenaria japonesa adaptada a la materia prima mediterránea, unidas a la idiosincrasia única de un espacio “chic” y muy agradable, convierten al Icho en un restaurante fundamental de tendencia para los ambientes más vanguardistas y exquisitos.
Sin miedo a equivocarnos, nos atrevemos a recomendar su menú degustación como un regalo sorprendente para estas Navidades; una velada gastronómica y exclusiva que sus invitados no olvidarán con facilidad.
Gema Castellano
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