La naturaleza parece llegar concentrada en este tinto con seis meses de crianza, intenso y envolvente, que despierta en la copa un desfile de aromas de frutas maduras y monte bajo. Un elegante vino manchego de la Tierra de Castilla que derrocha cordialidad, con una acidez deliciosamente marcada que se traduce en un trago fresco y duradero. Y eso bien puede equivaler a un largo y generoso final en boca, un sentimiento que evoca un arrebato de juventud en una noche que no acaba. La luna tiene estas cosas.
Armonía de tres variedades seleccionadas de dos parcelas situadas en el Campo de Montiel (El Viñazo y La Cañada del Navajo) donde los responsables de la bodega desarrollan su vocación por el viñedo y su declarado amor por la tierra. Dehesa de Luna 2011 llega como un divertido ensamblaje de las variedades tempranillo, cabernet sauvignon y syrah, un tinto por debajo de los 10 euros en el que todos los elementos encajan en un todo bien integrado, tan apacible como apetecible.
Propiedad de Silvia Mora–Figueroa Domecq, la Bodega Dehesa de Luna se ha propuesto elaborar vinos excelentes con el culto al viñedo por bandera. La ansiada excelencia empieza en el campo, en la planta, en los cuidados que proporcionan el director técnico, José Luis Asenjo, y su compañero José Ramón Lissarrague, doctor ingeniero agrónomo y profesor de Viticultura de la ETSI Agrónomos (Universidad Politécnica de Madrid). Rigor académico e innovación al servicio de una luna que se toma a sorbos la esencia de la dehesa. Una auténtica fresca.
Mar Villasante
@MarVillasante