Porque, realmente, el café es un elixir de dioses; adorado y de mil maneras servido, desde que llegara a Europa a través de Venecia allá por el s.XVI. En el s.XVII se abrieron los primeros cafés en Londres, Marsella, Amsterdam, Viena o en París, el Café Procope, donde se reunían los actores de la Comédie Française después de cada actuación, y también los ideólogos de la Revolución Francesa, Rousseau, Montesquieu, Diderot, d’Alembert o Voltaire; autores de L’Encyclopédie. Tal era el nivel de influencia ideológica del Procope, refirámoslo como anécdota, que el monarca Louis XVI, quien anteriormente había alabado las virtudes del café servido en tan elitista establecimiento, comenzó a sentir un extraño desdén hacia el lugar; sin duda, presagiando un destino macabro ineludible.
En España, el café entra también de la mano de la aristocracia, en el s.XVIII, con el reinado de los Borbones como espolón de proa. Las colonias americanas proporcionaban un producto de calidad y su consumo se popularizó. Junto a Francia y Portugal es, actualmente, líder en consumo de café espresso de Europa y las mejores distribuidoras pugnan por hacerse con la mayor cuota de mercado entre los propietarios de cafeterías y establecimientos especializados en servir este elixir del que pocos españoles se privan.
El holding holandés D.E Master Blenders 1753, que comercializa café y té en más de 45 países y ofrece unos resultados de facturación estimados en 2.700 millones de euros anuales, acaba de presentar a los profesionales de hostelería españoles su nuevo blend Piazza d’Oro, un espresso 100% arábica de ilustre selección, intenso y con cuerpo, que pretende hacerse un hueco en los paladares de los consumidores más elegantes en sus gustos, sofisticados en costumbres y con un estilo de vida contemporáneo; y al que sólo se podrá acceder a través del canal profesional. Esos a los que cuesta sorprender, porque su nivel de exigencia roza la perfección.
No cabe duda de que la compañía cafetera ha puesto las cartas sobre la mesa. Con la ayuda del chef Paco Roncero y en el aristocrático marco del Casino de Madrid, la plana mayor del holding cafetero del país de los tulipanes sometió a su blend arábica Piazza d’Oro al concienzudo escrutinio de los entendidos profesionales; críticos insobornables de antemano, ya que su prestigio y negocio dependen de su maestría en la elección, para ofrecer a sus selectivos clientes el producto más sorprendente, de más calidad, con mejor sabor y el aspecto más agradable.
Y por ahí iba el juego. Olfato, gusto, oído, tacto y vista; éstas son las diferentes pruebas que el producto tuvo que superar para alcanzar el aprobado de los concienzudos profesionales, expectantes ante la aparición de este nuevo blend en el mundo del espresso. Un duro examen al que el Piazza d’Oro se sometió sin demasiadas reticencias, seguro de su éxito.
Y no es para menos, porque política de excelencia apoyada en la sostenibilidad de D.E Master Blenders 1753, es legendaria. Su apuesta por que los productores de café se conviertan en mejores empresarios, ha tenido como consecuencia un aumento de la calidad y la productividad del grano y a lo largo de los diez años de existencia de su Fundación, se ha asegurado la mejor gestión de los bosques de la Serranía Perijá, en Colombia -asolada por la violencia-, se han puesto en marcha planes de control del VIH en Camerún, para una producción más sostenible del “arábica” o se han mejorado las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores en Sri Lanka.
Con retos importantes como la reducción del consumo de energía, la gestión de residuos en la producción, la optimización del transporte o la seguridad en el trabajo en cartera, la fundación que marca las pautas de reputación de marca del ‘holding’ impone sus condiciones, con la premisa de que sin compromiso social no hay éxito empresarial.
La buena gestión humana da como fruto un producto competitivo; y así lo percibieron los propietarios de cafeterías y restaurantes de postín que probaron el blend Piazza d’Oro. Un espresso que viene de un trabajo digno.
Gema Castellano
@GemaCastellano
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