Le siguió ‘Tus Lunares’ que consolidó su particular visión del traje de flamenca. Destacaba en esta colección la mítica bata de cola roja conformada por cientos de flores que ha sido fotografiada por Annie Leibovitz -una de las fotógrafas más importantes y prestigiosas de nuestro tiempo- para Vogue América.
El año pasado, el rojo Valentino inundó con vestidos y pétalos de rosas la pasarela que abría el Salón, en un homenaje al que considera su diseñador fetiche. Colección tras la que ha llegado uno de los momentos más dulces de su carrera: la entrega del premio ‘Top Glamour’ a la mejor diseñadora de trajes de flamenca, galardón concedido por la edición española de la publicación del grupo Condé Nast.
‘Vivir’, la colección para 2009, se mueve entre las formas de los años 70 y el Retro British para el Rocío, así como entre la sofisticación inspirada en las actrices americanas de los 70. Fiel a su línea, Vicky Martín Berrocal recurre a formas con cortes ceñidos, vestidos ajustados que marcan las formas femeninas y grandes escotes. En cuanto a los tejidos, partiendo del punto de seda como textura básica en toda su colección, ésta se amplía a las muselinas de seda, las gasas, los rasos, el georgette y los encajes. La paleta de colores destaca por la explosión colorista para el Rocío y la Feria, y dos apuestas para enmarcarla: el maquillaje, color complicado que enamora a la diseñadora, y, por primera vez, el negro como protagonista.
Destacan también los complementos empleados por la diseñadora sevillana: piezas únicas traídas de fuera, así como el uso de alguna pieza familiar. Vicky diseña sus propios complementos para el desfile, cuidando hasta el último detalle, en tonos oro, azabache y piedras en color maquillaje. Los zapatos, de Pura López, están inspirados en la colección y, para la última salida, utilizó joyas exclusivas de los joyeros cordobeses Marcelino Barrena.