La información fue dada a conocer por Greenpeace. La organización ecológica pidió a las secretarías de Relaciones Exteriores y de Agricultura que presenten una apelación sobre la patente antes del 30 de mayo.
Ese día vence el plazo para apelar y si no se presenta el recurso, se pone en riesgo el derecho de los agricultores mexicanos sobre el maíz. Una patente es la certificación que se otorga a personas físicas o empresas que les les permite explotar exclusivamente invenciones, productos o procesos.
En conferencia de prensa, Raúl Benet Keil, director de Greenpeace, dijo que cada día las empresas transnacionales de biotecnología se adueñan de variedades de granos y hortalizas, al patentarlas y cobrar regalías por ellas.
Mencionó el caso del tomate y del chile jalapeño. Hasta hace diez años una lata de semillas de tomate costaba 90 pesos al agricultor y éste ahora debe pagar alrededor de 30 mil pesos.
Liza Covantes, responsable de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace dijo que la patente que se otorg¢ a Dupont en agosto del a_o pasado, por parte de la Oficina Europea de Patentes, es absurda.
Esto porque abarca variedades criollas de ma¡ces o mejoradas que producen aceites y cido oleico en cantidades y rangos del 6 por ciento y 55 por ciento, respectivamente. Pero adem s, cualquier ma¡z que est’ cerca de ese nivel ser reclamado por la empresa.
Agreg¢ que las clases de ma¡z mexicano que se parecen a la patentada por Dupont son por lo menos dulcillo, tabloncillo, dulce, onave_o, jala y nal-tel.
La organizaci¢n envi¢ una carta a los secretarios responsables, en la que expone que M’xico podr¡a perder los cultivos de ma¡z, debido a que las variedades se patentan. (Euro-Mx/QR-YZ/Au-Em/Ct-Pe/ap)
Carlos Iaquinandi Castro