tEl pop en estado puro. Así es LA CASA AZUL, así es el pop español más esperanzador de ahora mismo, el sonido que justificará toda una generación que ahora encabezan por méritos propios Los Fresones Rebeldes, Astrud y Parade y que, en un futuro, ojalá inmediato, deberá estar encabezado por LA CASA AZUL, el proyecto unipersonal que desde Barcelona dirige Guille Milkyway. Porque dentro de un entorno representado por el trío de ases antes citado, comandado una legión de nuevos grupos notables, buenos, regulares o sólo vulgares fotocopias sin sentido ni razón de ser, el proyecto de LA CASA AZUL significa ya, con sólo ocho canciones en dos maquetas («Canciones ligeras» y «Te invito a mi fiesta»), apenas veinte minutos de música, el buen gusto y el instinto pop. Sin aditivos. «Pop sencillo, algo azucarado, bonito y pegadizo» es su autodefinición, acertada, pues sus canciones son caramelos inmediatos, de sabores variados, siempre refrescantes y con toneladas de encanto. Un producto adictivo. Pero no son canciones cualesquiera: tienen formas reconocibles, tributos escondidos, melod¡as variadas y terminan siendo muy, MUY, pegadizas. El esp¡ritu del pop condensado en algo m s de dos minutos, con una imaginaci¢n en los arreglos y en el acabado de cada canci¢n que, si con los medios precarios de una maqueta ya sorprenden, pueden llegar a ser incre¡bles en el futuro con m s medios. O quiz , ante tanta imaginaci¢n y recursos, ‘stos no sean demasiado necesarios. ¨Sorprendido? ¨Comprendes por qu’ LA CASA AZUL ser el futuro del pop espa_ol? Pues eso no es todo. Porque la forma es dulce («ligero», «ye-ye» o «eurovisivo», como el propio Guille califica sus estribillos) pero el fondo est te_ido de melancol¡a, de vivencias varias, de historias que todos hemos vivido o queremos vivir. El amor que se comprende y se vive («Sin canciones») o que se comienza a vivir («Me gustas», «Hoy me has dicho hola por primera vez»), relaciones rotas sin demasiada acritud («Cerca de Shibuya»), recuperables («Chicle cosmos»), imposibles («Si no voy a esperar») o tangibles («Tang de naranja, colajet de lim¢n»), incluso retratos con ciertos matices generacionales que hablan sobre cierta perdida de la ilusi¢n («¨Qu’ nos pas¢?»). Demasiados puntos a su favor para que la incipiente carrera discogr fica, en Elefant, de LA CASA AZUL no sea la m xima esperanza de nuestro pop, del pop m s inmediato, comercial incluso, en los pr¢ximos a_os. ¨Quiz una visi¢n actualizada, con forma de falso pop intrascendente, de la esencia de «Un soplo en el coraz¢n?» Quiz . No dejen de sintonizar la melod¡a de LA CASA AZUL. Pop, futuro y esperanza. Las palabras m s citadas en este p rrafo.
LA CASA AZUL
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