Touch
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tPan Sonic y su discurso techno glacial puede resultar, para algunos, un plato de difícil digestión pero es pura concreción al lado de la obra en solitario de MIKA VAINIO. «Kajo» es el segundo trabajo de VAINIO, grabado en 1999 entre New York y Barcelona, ciudad en la que reside habitualmente, creo. Un trabajo de ruidismo ambiental mayoritariamente arrítmico que calificaría de inductivo y eléctrico. No electrónico y sí eléctrico, pues tiene ese feedback, esa retroalimentación y esa sensación de voltaje propio de la electricidad. Un ejercicio de abstracción absoluta, quizá un disco de meditación alejado de las tontas escusas de la new age y similares, en la línea de lo que pueda hacer Bernd Friedmann (otro de los habituales del sello Touch, concretamente del desaparecido subsello Ash). Pura vanguardia, anidando en los entresijos de la consciencia. Para aquellos que piensan que Oval o Autechre son puro mainstream. t
