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En otras palabras: con algo en común con The Fall, The Clash, Negu Gorriak o incluso Mano Negra, enfocando el objetivo del mensaje desde un prisma oblicuo a la vez que popular, si arrimarse a lo populista de la verbena. Con cierto grado de preocupación: que una banda de Bristol sólo encuentre su hogar en el sello de rock más abierto de Paris sólo explica el lamentable estado de la música actual en el Reino Unido. Pero SOEZA no tienen la culpa de ello y como todo ente expresivo, ha encontrado su vía de comunicación.
