Y lo de sonar frescos no es en este caso un tópico: aunque estos jóvenes tengan ahora diez años más que cuando empezaron, este disco nace del mismo manantial de encanto del que siempre han bebido, con un productor casi inseparable (Gorwel Owen) y canciones que, en muchos casos, habían quedado escritas en sus cuadernos hace unos años y ahora retoman y graban para gusto de todos. ¿Canciones recomendadas? Todas y cada una de ellas, otro tópico que es cierto como el sol de agosto. La minimal y cerrada «Dead-Aid» por suponer algo nuevo en su carrera o los vientos que adornan «Can Megan» (con la ayuda de Norman Blake, canción compuesta a la guitarra por Megan Childs) son hitos particulares en una discografía repleta de ellos y que aquí siguen apareciendo en una densidad más que notable. Para los que aún aman el pop, desde los Beatles hasta Teenage Fanclub, los Gorky´s siguen siendo una parada inevitable. Con sumo gusto.
Jesús Castillo