Como reiniciando sus conocimientos musicales, ejecutando un reset conscientes de su significado, VIVA LAS VEGAS es un viaje a los orígenes de la música de esencia clásica pero algo turbada, de la mano de dos investigadores musicales siempre en permanente estado creativo, por capas instrumentales añadidas que aportan ese grado de personalidad sin que emborrone la claridad del sonido. Una música que remite a John Fahey y otras luminarias indies que en los noventa han intentado reordenar su legado (Pullman), folk urbano que vive en lo acústico, un blues sereno y roces de electrónica siempre cautivadora, apenas pinceladas. Todo ello amplificado por un prisma europeísta, apegado a la tradición de Bregovic, Comelade o Tiersen, estirando la poesía del suelo que pisan por la vía del idioma propio o ajeno. Un disco notable que actúa como válvula de escape para dos músicos que en Manta Ray tienen su personalidad fundamental y aquí, en VIVA LAS VEGAS, un descanso productivo como no podíamos imaginar.
VIVA LAS VEGAS estarán actuado en la próxima edición del Festival Internacional de Benicássim, FIB HEINEKEN 2002 (2, 3 y 4 de agosto)
Jesús Castillo