Dias atrás me vi parte –de repente– de un diálogo A VIVA VOZ en el chat room CUBA que posee Yahoo en español. Resulta que aquel gobierno se ha comprado hasta micrófonos, y hay que escuchar a sus técnicos de computación monitoreados sin muchos más gastos, usar el lenguaje de cuartería, creando la perspectiva de que el sistema comunista es el machote que se faja en cualquier cuarta de tierra, aun a despecho del ridículo histórico, sin par, que los desprestigió: el desmerengamiento del campo socialista, sus muros berlineses y guantanameros, etc. Ya no les quedan más argumentos, la caída estrepitosa de todo su andamiaje ideológico, ahora con los españoles ôdescareándolesö las chicas lindas que los militares de buró se adjudican así mismos en los hoteles para el turismo à es todo ello una antológica cultura machista puesta de rodillas. Nosotros, los que tuvimos que verlos en todas las fases de la degeneración Robolucionaria, pasearse en los burdos cheeps militares rusos con las chicas de cada época, los que los vimos jam s haciendo colas en restaurantes, y dar francachelas a todo trapo en los barrios rusos, los que tuvimos que olerle la peste que destilaban sus uniformes moscovitas al tiempo que maltratar a la poblaci¢n en cuanta oficina de gesti¢n socio-militarizada se institu¡an para benepl cito del ego masculino importado; nosotros, a quienes nos fue vedado conocer el significado yanqui de un simple equipo de video, pero no de ver descender sus tropas en sus carnavaluchos donde la mulata fuera vulgarizada bajo la retreta van-van .; nosotros, a quienes trataron de domesticar hacia la onica perspectiva de morir cada tarde con un grosero jarr¢n de aluminio tras mugrientos termos de cerveza aguada, inducidos a fajarnos con lo m s soez venido de sus barrios m s s¢rdidos, aspirando algunos al triunfo macho de poner en las manos de la novia de ocasi¢n el producto de nuestra guaper¡a, para verla beber orgullosa del residuo de hombre que le tocara .; nosotros, los m s quienes tuvieron la suerte de trabajar en lugares donde se pudiere robar algo, resultar en las noches fantasmas ninjas en la venta guapa de lo robado para sobrevivir; nosotros, a los m s que les bast¢ con hacerlas de macho para decir cuatro palabras de esquina contra Castro, convertidos en ventiladores antichivatos; quienes alguna vez fuimos interpelados en nuestra condici¢n de hombres si no di’semos el paso al frente para las guerritas africanas, quienes tuvimos que escucharle discursos marat¢nicos al «Macho Indoblegable», ‘se, el que no tiene heridas de combate .; nosotros que debimos presenciar la farsa granadina, quienes debimos aprestarnos al luto oficial por la muerte en combate «del ultimo reducto» de los machones castristas ., tener que ver la carota del Rata en Jefe recibiendo a Tortol¢s .; y otros pocos, que s¡ supimos soportarle prisi¢n pol¡tica al castrato . Tener que escuchar de agentes de la seguridad la jerga de nuevo tipo, la que hoy repiten en los chats de internet, la de guevarismo reciclado de quien un Pedro Rumbaud pudiere ser cuasi pionero: «es que el bando de ustedes no se faja, gritan en la radio de Miami, pero no se fajan como nosotros, que «ANDAMOS por el mundo haciendo las guerras que nos da la gana . cobardes .»
Cuando escuch’ el argumentico guapet¢n, tambi’n deb¡ observar la franca retirada de quienes minutos antes disfrutaban el di logo anodino de la «bol » y el «asere» . dos productos de la tesis central de este art¡culo; es que el fantasma masculinoide del castrismo persigue a algunos donde quiera que vayan por el mundo. S¢lo hay que haber vivido todo lo que resumo arriba, haber padecido al asco del comunismo ortodoxo en el infierno cubano, haber aprendido en 6 a_os qu’ es el mundo libre y la delicia de ser uno mismo las 24 horas, como para que esta lidia de oltimo minuto con el castrismo le revuelva a uno las entra_as, al ver las camale¢nicas transformaciones de aquello, al ver c¢mo asumen «ellos» cu n manejable pudiera ser la psicolog¡a del ciudadano promedio mundial, que pudiere tragar esta nueva formula heredada de la estepa siberiana; ser¡a como tratar de reajustar la era de los progrom masivos del stalinismo y el Escambray con esta rid¡cula alocuci¢n de guaper¡a, como si nadie supiera cu n valientes pudieron actuar ellos, armados con todo lo prodigado por el amo ruso, en las selvas africanas aniquilando de cuajo aldeas enteras; como si nadie supiese cu n rat¢n se port¢ al final su asesino ¡dolo, el Guevara; como si el mundo no supiera que el anciano asesino de los tennis se hizo el perdido en Santiago de Cuba, mientras otros arrastrados por ‘l combat¡an y/o asesinaban a soldados en un hospital cuando el Moncada; como si no se supiera c¢mo se comportaron asesinos a lo Ceasescu en Ruman¡a cuando el pueblo le hizo UNA SOLA HUELGA; como si no se supiera del papel¢n que hizo el sistema «masculinoide» comunista, que se derrumb¢ sin tiros, se desmereng¢ como una **** barata; como si no se supiera que muchos de esos machazos salidos del ej’rcito y hoy guapeando el d¢lar, no ponen a sus esposas a jinetear con espa_oles y mexicanos . Esto es un escandaloso grito de realidad, algo que se sabe est ocurriendo. Se imaginan por d¢nde andar n las entra_as de ese amasijo de frustrados seguidores -si es que tienen entra_as–, para haber evolucionado hasta esta degeneraci¢n ?! Alguien conoce de alguna cobard¡a peor que esa, que no se atrevan a sacar a puntapi’ al anciano asesino de los tennis, quien se antoja de parodiar el propio mal por ‘l fundado all , con sus babas, y los desmayitos de damisela incapaz ?! De d¢nde pues les vino materia prima para crearse la leyenda de los supermachos ? Pero peor aon: A d¢nde diablos fue a parar la leyenda ? S¢lo en los labios de los tecniquitos de computaci¢n con el chivat¢n a a sus espaldas ?! Qu’ desidia !
Napole¢n L G¢mez
