El primer efecto político concreto del resultado de las primarias en Chile ha sido la renuncia de toda la mesa directiva de la Democracia Cristiana. Ha sido la principal noticia del día y argumento de portada de todos los medios escritos en el país. Enrique Krauss, Adolfo Zaldívar y Rafael Moreno hicieron abandono de sus cargos, siendo remplazados por un presidente interino, Roberto León, hasta sus próximas elecciones internas que tendrán lugar muy pronto. La proximidad de esa fecha no es forzada ya que, incluso, la renunciada directiva había prorrogado su mandato para enfrentar las primarias. Hay un comprensible dolor y toma de conciencia entre quienes, por primera vez, desde 1958, dejarán de ser el partido líder para una coalición de gobierno. Esto no significa que se haya puesto en duda su participación y colaboración estrecha para dar solidez y completitud al probable tercer período concertacionista. Seguirán siendo protagonistas. Pero el líder tras el cual se centren los apoyos será de otra tienda política.
Ricardo Lagos, en tanto, ha sabido quitar dramatismo a los intensos momentos políticos que viven sus, hasta ayer, contendores y necesariamente hacia el futuro, sus aliados. Ha tenido que desplegar a fondo su habilidad oratoria y capacidad de respuesta atinada y consistente ante la morbosa insistencia periodística que intenta exacerbar orgullos partidistas, pretendiendo, quizás, una respuesta poco elaborada o mal calibrada. Una verdadera guerrilla verbal que utiliza las preguntas como proyectiles tratando de impactar un punto débil del candidato único concertacionista a las presidenciales de diciembre ha sido la tónica periodística de las 24 horas siguientes al domingo 30 de mayo. Consciente de que los intentos no decaerán, Lagos ha decidido tomar unos días de descanso, alejándose del asedio.
Valentín Marchant
Desde Santiago de Chile
EFECTO PRIMARIAS CHILENAS: CAE DIRECTIVA DC COMPLETA
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