Ecuatorianos Unidos y Liderazgo Ecuatoriano en el Exterior, organismos que representan grandes sectores de las colonias de ecuatorianos y ecuatorianas que vivimos dispersos en América del Norte, por medio de la presente y en nombre del exilio ecuatoriano le pedimos muy respetuosamente se digne reconocer y darle todo su apoyo diplomático al nuevo gobierno de Salvación Nacional que viera luz en la patria de Rumiñahui y Eugenio Espejo el viernes 21 de enero del 2000.
Temerosos de ver aislado y bloqueado económicamente al Ecuador, so pretexto de repudiar un «golpe de estado inconstitucional», queremos prevenirlo sobre los aciagos propósitos, que ya están en marcha, para impedir que el noble pueblo ecuatoriano ejerza legítimamente su soberanía y salga adelante con el proceso de restauración histórica que se ha trazado.
A pesar del juego democrático, Ecuador, al igual que muchas de las hermanas naciones latinoamericanas, es víctima cada cuatro años de un cierto espejismo, por el que mercaderes, la clase dominante y los partidos pol¡ticos tradicionales, apoyados en sus respectivos sectores de poder, despliegan verdaderas campa_as de manipulaci¢n masiva, entregando promesas y programas de gobierno que nunca se cumplen.
Despu’s de s¢lo dieciocho meses de administraci¢n, Jamil Mahuad alcanz¢ m s de 80% de impopularidad. No onicamente fue incapaz de asumir sus responsabilidades, sino que, para colmo de males, propuso dolarizar nuestra econom¡a. Adem s, Mahuad ha permitido que los Estados Unidos instalen una base militar en el importante puerto de Manta. Actos que lo definen de manera vergonzosa, como un traidor a la soberan¡a de nuestra patria.
Dentro de la Constituci¢n ecuatoriana, en el art¡culo primero se puede leer: «El Ecuador es un estado social de derecho, soberano, unitario, independiente, presidencial, electivo, representativo, responsable, alternativo, y de administraci¢n descentralizada.
La soberan¡a radica en el pueblo, cuya es la base de la autoridad, que ejerce a trav’s de los ¢rganos del poder poblico y de los medios democr ticos previstos en esta Constituci¢n.»
Como usted comprender , el primero en haber atentado contra el orden constitucional del pa¡s fue el propio presidente Mahuad, pues su gobierno le pretend¡a quitar la soberan¡a a nuestra naci¢n, dando curso a la insidiosa y selectiva puertorrique_izaci¢n del Ecuador y, de esa manera, convertirnos en una especie de remedo del ficticio «Estado libre asociado» (que, en realidad, ni es «libre» ni «socio»)de los Estados Unidos de Norteam’rica. El gobierno de Mahuad viol¢ as¡ otro principio del primer art¡culo de la Constituci¢n.
En el segundo p rrafo, leemos que la soberan¡a radica en el pueblo, cuya voluntad es la base de la autoridad. En este momento hist¢rico ejercemos el leg¡timo uso de nuestros derechos. Los pueblos del Ecuador; es decir, los ind¡genas (que conforman casi el cincuenta por ciento de la poblaci¢n total y que hasta hoy hay existido completa y bochornosamente marginados), los negros, los mestizos, los blancos y dem s etnias ecuatorianas -en suma-, el noble pueblo trabajador que conforma las fuerzas vivas de nuestro pa¡s, ha asumido el compromiso de darle soluciones a la aguda crisis moral y econ¢mica, a la corrupci¢n galopante y al desgobierno de los oltimos 18 meses; factores que, en su conjunto, han destruido al pa¡s.
Nuestra m s grande preocupaci¢n ser¡a la confirmaci¢n de las amenazas por parte del gobierno estadounidense. A trav’s de su embajada en Lima y a pocas horas de la toma del poder por parte de los movimientos sociales ecuatorianos, el referido gobierno dictaba ya la pol¡tica a seguir por la Organizaci¢n de Estados Americanos, OEA. Dicha amenaza consiste en el aislamiento del nuevo gobierno, el bloqueo econ¢mico de nuestra naci¢n y hasta, posiblemente, una intervenci¢n militar, como la efectuada en Hait¡.
Exhortamos a su gobierno, y en la mayor brevedad posible, reconocer la junta de Salvaci¢n Nacional del Ecuador e interponer su valioso voto en contra de cualquier pronunciamiento o plan que atente contra la soberan¡a del pa¡s, o que pretenda doblegar nuestra naci¢n por hambre y necesidad. Acojamos el nuevo milenio con el justo benepl cito de ver a todo un pueblo dispuesto a tomar su destino hist¢rico en sus propias manos. Otorguemosle al valiente y sufrido pueblo ecuatoriano y a su nuevo gobierno de Salvaci¢n Nacional la oportunidad de reconstruir a la Patria.
Agradeciendo de antemano su pronto, eficaz y solidario respaldo, nos suscribimos de usted cordialmente,
Ecuatorianos Unidos (Toronto)
Ecuatorianos Unidos (Montreal)
Liderazgo Ecuatoriano en el Exterior, LEE (New York)