Este domingo 5 de Noviembre en toda Nicaragua se realizan elecciones para elegir alcaldes y concejales. Aunque parezca mentira, los comicios para los gobiernos locales no despiertan el mismo interés que las elecciones nacionales.
No obstante revisten una especial importancia. En esta ocasión, la renovación del régimen seccional se produce con independencia de la elección de autoridades municipales.
El sufragio es una de las formas de participación características de la democracia formal. Sin embargo esta se construye, sobre todo, por la distribución del poder.
Dentro de la actual organización pública del país, parte de esta distribución se concreta en el régimen seccional autónomo. Por eso, fortalecer los gobiernos locales es una manera de ampliación y desarrollo de la democracia.
En el país está la reforma del estado. Las autoridades locales que resulten electas deberán enfrentar los retos de la descentralización y las autonomías. Uno de estos retos es la capacitaci¢n de los gobiernos locales para asumir las competencias que se les transfiere de la administraci¢n central y para administrar sus propios recursos.
A pesar de la apat¡a ciudadana y la inhibici¢n de varios partidos pol¡ticos por parte del Consejo Supremo Electoral, la participaci¢n en las elecciones seccionales tiene un trascendental significado. La jornada electoral se produce en medio de una grave crisis de las instituciones del estado, debido a la corrupci¢n y falta de transparencia del gobierno liberal que preside Arnoldo Alem n.
El proceso en s¡, se desenvolvi¢ en medio de una guerra sucia total. Liberales y conservadores se sacan a diario «los trapos sucios» y todos la arremeten contra los candidatos de Frente Sandinista, mientras ‘stos mantienen su sorprendente y pasmante campa_a «no confrontativa».
Con raz¢n o sin raz¢n, la guerra sucia estall¢. Pareciera que la l¢gica de la campa_a es aterradoramente demostrativa de que «en este paisito todos somos corruptos» o «aqu¡ nadie est libre de pecado, por tanto nadie puede tirar la primera piedra». Triste drama para un pa¡s tan sufrido.
¨Pero qu’ fue lo que hizo saltar la espoleta que posibilit¢ el estallido de la guerra sucia total?. Sencillamente los resultados de las oltimas encuestas de las firmas de sondeos de opini¢n que operan en el pa¡s y cuyos resultados marcan una tendencia que pareciera casi irreversible: todas indican por ejemplo, que el candidato ganador en Managua, ser¡a Herty Lewites, del Frente Sandinista.
Estos resultados han provocado diversas reacciones en un solo sentido: todos contra el sandinismo. Los liberales propusieron a los conservadores, declinar la candidatura para alianzarse contra Lewites.
Managua representa el 30% del electorado nacional. En este sentido Arnoldo Alem n, reconoci¢ que perder Managua, ser¡a como abrir las puertas para la reconquista del poder de los sandinistas en las elecciones generales del 2001.
El mandatario liberal dijo claramente que era necesario buscar un entendimiento entre conservadores y liberales para poder unir el voto democr tico e impedir el virtual triunfo del sandinismo. La oligarqu¡a tambi’n habl¢ de unirse contra el sandinismo.
Por su parte, el Cardenal Obando dej¢ abierta la posibilidad de una nueva homil¡a contra el sandinismo, como la utilizada en las elecciones de 1996, que inclin¢ evidentemente el voto de los indecisos contra el candidato del FSLN de entonces, Daniel Ortega, que con ella recibi¢ el tiro de gracia.
A dos d¡as de las elecciones municipales se puede marcar ya una tendencia que da como ganadores a los candidatos del FSLN. Los conservadores no est n pensando que con sus candidatos van a derrotar a los sandinistas. Lo que est n pensando es derrotar a los liberales, para convertirse en la principal fuerza pol¡tica que adverse al Frente Sandinista.
Por otro lado, el hecho de que Puerto Cabezas, en el Atl ntico Norte, est’ tomado por militares, no significa que el problema ya se resolvi¢. De un momento a otro, esa situaci¢n puede cambiar.
La exclusi¢n del Movimiento Yatama se une a la hist¢rica marginaci¢n de la que ha sido v¡ctima la regi¢n del Atl ntico. El Movimiento Yatama es una organizaci¢n conformada por grupos ‘tnicos miskitos, ramas, sunmos y criollos.
Claro, estamos en el pa¡s de lo imprevisible, donde el corcho se hunde y el plomo flota… y por eso, siempre debemos dejar abiertas las posibilidades para lo imprevisible. (Ni/QR/Au-Ci/Ppe-Ppc/pt).
Galo Mu_oz Arce