Esta semana, la capital del Mercosur estuvo en Montevideo, donde se reunieron los ministros de hacienda del bloque para definir las metas macroeconómicas que se fijarán como punto de partida para avanzar en la posibilidad de adoptar una moneda única y de integrar y coordinar mejor las economías de los seis países involucrados en el bloque. A esta reunión asistieron no sólo los ministros de Hacienda y los presidentes de bancos centrales del Mercosur, sino también otras personalidades interesadas en el desarrollo y fortalecimiento del Acuerdo de Libre Comercio del Conosur.
El viaje del Presidente chileno Ricardo Lagos a Uruguay, se sitúa dentro de este panorama en que algunos solicitaron la expansión de los vínculos del Mercosur con otros bloques como el Alca, otros pidieron que primero se igualen las políticas macroeconómicas de los miembros antes de avanzar en el tema de aranceles, y finalmente otros con posiciones más drásticas aseguraron que los lineamientos económicos generales del acuerdo est n obsoletos.
Esta semana el principal negociador de Uruguay en la etapa de formaci¢n del Mercosur, el ex canciller H’ctor Gros Espiell, cuestion¢ enf tico el Tratado de Asunci¢n, suscrito en 1991 y que dio origen al Mercosur.
A tal punto llegaron las cr¡ticas de Gros Espiell, que incluso afirm¢ que el Mercosur est en crisis porque los dos mayores socios del acuerdo tienen discrepancias en la concepci¢n general de la integraci¢n econ¢mica, situaci¢n que se suma a la urgente revisi¢n del Tratado de Asunci¢n que ya est obsoleto.
Segon Gros Espiell, la revisi¢n de este acuerdo tendr¡a que abordarse de inmediato, y no s¢lo con una reuni¢n del Consejo de Ministros, sino a trav’s de un ¢rgano de ejecuci¢n especialmente creado para desarrollar esta tarea.
En otro frente, el Presidente de Uruguay, Jorge Batlle, declar¢ que el Mercosur tiene que asociarse con el Area de Libre Comercio de las Am’ricas (ALCA), en el que participan Canad , EE.UU y M’xico, porque «si M’xico lo pudo hacer y en lugar de empeque_ecer su actividad, creci¢ (…) Sin ninguna duda nosotros lo podemos hacer».
Ricardo Lagos tambi’n se refiri¢ a esta dimensi¢n del acuerdo y se_al¢ que «si el Mercosur se comprende como un entendimiento pol¡tico, me parece importante la integraci¢n. Si se entiende como un entendimiento comercial, tendr¡amos que avanzar en el tema arancelario», y aclar¢ as¡ que ‘l iba a Montevideo dispuesto a impulsar el avance de la integraci¢n plena de Chile en ambas dimensiones del bloque, la pol¡tica y econ¢mica.
Lo cierto es que ya hay cada vez m s convencidos de que el Mercosur no s¢lo puede rendir frutos en el aspecto comercial sino tambi’n en lo relativo a la pol¡tica de la regi¢n. La versi¢n chilena de Le Monde Diplomatique de octubre del 2000, asegur¢ que Sudam’rica (refiri’ndose al Mercosur y al Pacto Andino) tiene la magnitud requerida para constituirse en un bloque que participe en la pol¡tica mundial.
Segon datos de la Cepal, la poblaci¢n de la regi¢n es del tama_o de la de EE.UU y de la UE. Aunque el producto global es 13 veces menor al de ambos, existe una masa cr¡tica como para gravitar en un contexto mundial multipolar.