Agentes de la policía secreta de la dictadura pinochetista han procedido a remover desde las fosas comunes los restos de personas torturadas y asesinadas en dicha época. La remoción intenta evitar la investigación en contra del general Augusto Pinochet y sus colaboradores.
Así lo señalaron diputados oficialistas chilenos, quienes encontraron un documento secreto en el que el jefe de la policía de la década de los 80, ordenaba el desplazamiento de agentes a todo el país para deshacerse de los restos de las fosas comunes.
Algunas de dichas fosas estaban ubicadas al interior de recintos militares, señaló el documento. El diputado Jaime Naranjo dijo que esa «limpieza» era del conocimiento de los altos mandos, pues hubiese sido imposible que este operativo se lleve a cabo sin su consentimiento.
Con esta denuncia, a la cual se suman las realizadas por la Iglesia Católica sobre el mismo procedimiento, la Mesa de Diálogo entre civiles y militares se desbarata una vez más. El gobierno se_ala que durante la dictadura murieron 3 mil opositores, de los cuales aon se desconoce el paradero de unas mil v¡ctimas. (Cl/LY/Au/Vi-Dh-Pl/mc)