Que la economía de Argentina está en una encrucijada no es novedad. Que cuando quiere mandar alguna señal a los mercados financieros, esta parece no surtir efecto. O mejor dicho, que una de las calificadoras de riesgo la entiende y otra no.
En tal sentido, el martes 14, el banco de inversión estadounidense Merryl Lynch le dio una buena noticia a las autoridades argentinas. Es decir, la calificación de Argentina paso de ôbajo nivelö de mercado a ôneutralö.
En su informe ôEstrategia Latinoamericanaö, difundido desde la ciudad de Nueva York, detalla el documento, subtitulado ôEl momento del tangoö, que ôlas medidas anunciadas por el presidente argentino Fernando de la Rúa, la financiación anticipada por el Fondo Monetario Internacional y una posible reestructuración del Gabinete en las próximas semanas, pueden ser un factor de cambio para el deprimido mercado argentinoö.
Asimismo, agrega que se está operando en el país ôcon un descuento casi sin precedentes del 55% en la relaci¢n precio-ganancias en lo que hace a los beneficios estimados del a_o pr¢ximo» e indic¢ que «si los mercados mundiales se estabilizan, el mercado de valores de la Argentina puede mejorar notablemente».
Merryl Lynch argumenta que la calificaci¢n argentina fue mejorada «de bajo nivel de mercado (underweight) a una posici¢n neutral. Con este cambio le damos a la Argentina un mayor peso en Wall Street» subrayando «m s aon, los inversores institucionales est n subvalorando en exceso a la Argentina».
Finalmente, indica el informe que Merril Lynch se encuentra reafirmando la recomendaci¢n «sobre nivel» de mercado (overweight) para Brasil, «debido a que ese pa¡s tambi’n se va a beneficiar con una Argentina m s estable».
Y cuando los funcionarios de la administraci¢n comenzaban a tener un respiro, pocas horas despu’s lleg¢ el baldazo de agua fr¡a.
Nuevamente, Standard & Poors, bajaba, el mismo martes, la calificaci¢n del pa¡s. As¡ «las calificaciones soberanas de la Repoblica Argentina en moneda local a doble-‘B’/’B’ desde triple-‘B’-menos/’A-3′ y en moneda extranjera a doble-‘B’- menos desde doble-‘B’. La calificaci¢n soberana de corto plazo en moneda extranjera se mantiene sin cambios en ‘B’. Las calificaciones fueron removidas de CreditWatch, en el que fueron colocadas el 1¡ de Noviembre de 2000. La perspectiva de las calificaciones es estable», detalla el informe que nos remitiera la agencia estadounidense.
La baja nota es el reflejo de la revisi¢n realizada por Standard & Poor’s respecto a las «proyecciones del nivel de deuda del gobierno en relaci¢n al PIB, que no lograr un pico en 50%». Asimismo, sostiene la calificadora que «las nuevas estimaciones de crecimiento efectuadas por el gobierno, sumadas a la menor capacidad para efectivizar un ajuste fiscal de envergadura, requerir n una modificaci¢n de la Ley de Responsabilidad Fiscal. Incluso con un congelamiento de los gastos a nivel nacional y provincial, las autoridades proyectan alcanzar el equilibrio fiscal en el 2005, frente al 2003 original».
El r’gimen de convertibilidad, implementado en abril de 1991 cuando gobernaba Carlos Menem y era su Ministro de Econom¡a Domingo Felipe Cavallo, dada su naturaleza limita que Argentina incurra en d’ficit de car cter fiscal. Es decir, antes de la convertibilidad para evitar que el d’ficit fiscal se incrementara se recurr¡a a la emisi¢n de papel moneda.
En referencia a las oltimas medidas econ¢micas anunciadas por la administraci¢n de Fernando de la Roa que giran en torno a cuestiones vinculadas a la seguridad social y a las transferencias entre la naci¢n y las provincias, la calificadora sostiene que «estos oltimos proyectos -particularmente los relacionados con provincias- pueden ser dif¡ciles de aprobar, e incluso la implementaci¢n de ambas medidas podr¡a ser insuficiente para bajar la prima de riesgo requerida por los inversores».
Asimismo, precisa que «un nivel alto y vol til de la prima de riesgo deprime la inversi¢n y, con ella, el crecimiento».
En lo que respecta a la negociaci¢n que lleva adelante Argentina con el FMI sostiene que «el paquete ampliado del FMI y acreedores del gobierno (…) deber¡a ayudar a mitigar el temor de los inversores sobre la capacidad de la Argentina de cerrar sus requisitos de endeudamiento bruto de 7.3% del PBI para el 2001».
Finalmente, la agencia calificadora, sostiene que la perspectiva de calificaci¢n para el pa¡s es estable. En primer lugar, el basamento se apoya en que Argentina -en comparaci¢n con otros pa¡ses que no logran alcanzar el famoso «investment grade» (grado de inversi¢n)- con un PBI per c pita alto y un s¢lido sector bancario muestra una fortaleza en su econom¡a. En segundo lugar, «las calificaciones podr¡an quedar bajo una renovada presi¢n, si la coalici¢n demuestra falta de efectividad en el tratamiento parlamentario de las medidas fiscales y estructurales».
Concluye el informe de Standard & Poors puntualizando que «la reducci¢n de la diferencia entre la calificaci¢n en moneda extranjera y en moneda local refleja el deterioro fiscal. Dado el r’gimen de convertibilidad, la brecha entre la calidad crediticia de obligaciones en moneda local y extranjera se hace menor ya que hay escasa flexibilidad monetaria. M s aon, la flexibilidad fiscal se encuentra restringida a menos que se acumulen super vit en a_os de crecimiento econ¢mico».
Alberto Bastia
Jefe Corresponsal¡as Informativos.Net en Am’rica Latina