«Este paro no tiene sentido», dijo el presidente.
«La protesta no sirvió», fue la sentencia del jefe de Gabinete.
«La huelga no era oportuna», aseguró la ministro de Trabajo.
Pero el gobierno en su totalidad decidió iniciar el diálogo con los huelguistas. Entonces, el paro sí tuvo sentido, para algo sirvió, y fue muy oportuno, ya que obligó al gobierno a dialogar con sus gobernados.
Esta es una prueba más de la sicopatología que aqueja a la Argentina: para que su gobierno acepte dialogar con los representantes de quienes sufren el castigo de la política oficial, las víctimas tienen que declararse en huelga durante 36 horas. Los sindicalistas serán malos o buenos, corruptos o no, y algunos son ambas cosas en alto grado, pero son los auténticos y únicos representantes de los trabajadores (ocupados y desocupados). Y los trabajadores (todos, los manuales y los intelectuales, los artísticos y los científicos) son el verdadero pato de esta cruel boda que hoy celebra la dirigencia argentina (tambi’n toda, la pol¡tica oficial y la «opositora», as¡ como buena aparte de la empresarial, de la comunicacional y, aon, algon sector de la gremial) con los especuladores extranjeros.
Los patos de la boda, a trav’s de sus representantes; y los especuladores internacionales (grandes bancos y aventureros), a trav’s tambi’n de sus representantes locales, se sentar n a dialogar. ¨Sobre qu’ van a dialogar?
Los sindicalistas, al menos los de las dos centrales de» los flacos (no sabemos qu’ piensan «los gordos), ya han dicho que desean un cambio sustancial de pol¡tica econ¢mica y que para ello hicieron la huelga. Es decir, en buen romance, piden el cambio de modelo econ¢mico y social que nos impusieron en 1976 gracias al terror creado por miles de «desapariciones, mantenido invariable hasta 1991, reimplantado con mayor virulencia que nunca a partir de ese a_o, y profundizado, con cierta dosis de torpeza y mucha ineficiencia, desde el 10 de diciembre oltimo. M s claro, imposible. La huelga fue hecha para que se cambiara este modelo extranjerizante, recesivo y marginador.
El gobierno, en representaci¢n de los intereses de la especulaci¢n internacional, ha dicho una y mil veces que «el modelo y la convertibilidad no se tocan, porque son el totem que protege la tribu. De la misma manera que de la deuda externa, y de su fraudulencia escandalosa, no se habla, porque es el tabo impuesto por los brujos de la tribu (los de afuera y los de adentro).
Y entonces, insisto, +sobre qu’ van a dialogar? +Est el gobierno dispuesto a apartarse algunos mil¡metros, al menos, de la orden que, por en’sima vez, le dictaron los especuladores hace s¢lo tres d¡as por boca del vicepresidente del FMI, y representante de EEUU en ese organismo gendarme, el se_or Stanley Fischer? +Est dispuesto a desobedecer a los especuladores, para cumplir el mandado popular tal como jur¢ hacerlo el 10 de diciembre, bajo pena de que Dios y la Patria se lo demanden? +O aprovechar que los tribunales de Dios funcionan en la otra vida, y los de la Patria est n silenciados desde hace tiempo, para cumplir s¢lo el mandato del FMI?
«Las cosas est n yendo lentas (en realidad, debe decirse «lento, porque es un adverbio que, en este caso, modifica al verbo «est n yendo, y los adverbios no tienen g’nero ni nomero, al menos en la lengua castellana… ¥se_or Fischer!) en la Argentina… «Las medidas deben ir por medio del Congreso o en parte por decreto… No s¢lo le indic¢ al gobierno (que se supone que ejerce la soberan¡a nacional argentina) lo que debe hacer, sino con qu’ m’todos lo debe hacer. Y tiene raz¢n. Cuando uno da una orden, debe ser muy claro y preciso, hasta en la forma en que debe cumplirse dicha orden, para que el dependiente sepa con exactitud lo que debe hacer y no cometa errores por ignorancia.
El gobierno invita a dialogar a los gremialistas, a ra¡z de que ‘stos hicieron una huelga que no tiene sentido, ni sirve para nada, ni es oportuna, y que fue decretada para reclamar un cambio de fondo (no del Fondo) de la pol¡tica econ¢mica… de la pol¡tica econ¢mica que el gobierno no est dispuesto, o no se anima (por razones del Fondo, no de fondo), a cambiar en nada, ni en los m’todos… +Est claro?.
La ministro de Trabajo le dijo a Moyano, en el m s puro lenguaje ministerial (aunque no en el de Cervantes), que se dejara de jo… Un poco m s y los argentinos le diremos otro tanto a un gobierno que quiere dialogar sobre… +sobre qu’?.
Juan Gabriel Labak’