En la jornada del sábado 9, el día previo al primer aniversario del Gobierno de la Alianza, el presidente Fernando de la Rúa y algunos de sus conspicuos colaboradores, más allá de algunas preocupaciones, rebosaban de optimismo.
El primero de los optimistas, el vocero presidencial, Ricardo Ostuni reafirmó los dichos del presidente al decir que cuando éste estima que el 2001 será un ôaño espectacular, de crecimiento y mejora para la economía argentinaö lo ôdice absolutamente convencidoö. No obstante reconoció que los ôaltibajosö en el primer año de la administración de De la Rúa ôdejan un saldo un poco amargo porque no se han conseguido los logros que se pensabanö y, reconoció que aún resta por ôresolver el problema cotidiano de la genteö. Al tiempo, destacó que ôen los temas macro la Argentina está muy bien ubicadaö.
Concluyó aseverando que el titular del Ejecutivo ôcree con toda honestidad y firmeza que el 2001 va a ser un año muchísimo mejor que este año 2000ö.
Por su parte, Graciela Fern ndez Meijide, Ministra de Desarrollo Social, expres¢ sus «deseos» de que se plasme el vaticinio econ¢mico del presidente de la Naci¢n.
«Lo que veo -y esto siempre fue una cosa muy dura-, es que en la medida en que se frena la econom¡a en otros lados, concretamente en Estados Unidos, baja el d¢lar y a lo mejor hasta se paraliza la disminuci¢n de la desocupaci¢n (en ese pa¡s)- a nosotros nos va mejor», analiz¢ la se_ora Ministra.
Mientras tanto, el Jefe del Palacio Hacienda, Jos’ Luis Machinea reconoc¡a que «si tuviera que volver a empezar har¡a pr cticamente lo mismo», empero admiti¢ que «no pudimos lograr o mantener una tasa de crecimiento que cre¡amos que ¡bamos a alcanzar este a_o y, por lo tanto, no mejoramos la situaci¢n de la gente como cre¡amos».
En esa misma l¡nea de pensamiento precis¢ que «hay una parte negativa que no llegamos a cumplir con nuestros pron¢sticos y con lo que la gente demandaba».
Empero, el Ministro de Econom¡a precis¢ que la administraci¢n radical frepasista hab¡a asentado los basamentos «para crecer en forma sostenida a partir del a_o pr¢ximo, a partir de la mejora de la competitividad de las empresas y la solvencia fiscal de la Argentina».
Y muy entusiasmado predijo que la econom¡a de la Argentina «va a crecer mucho a partir del 2001, no en forma espor dica, sino de ah¡ en m s en forma sostenida».
Lejos de la capital argentina, el Jefe de Estado ratific¢ -en la ciudad de Corrientes, en el litoral nacional- su pron¢stico acerca de que el pr¢ximo a_o ser el del despegue econ¢mico, mas advirti¢ que su «m s que un canto de euforia» sus vaticinios eran «un llamado a la responsabilidad de la C mara de Diputados para que apruebe el presupuesto el martes, en forma definitiva».
De la Roa se_al¢ que el 2001 ser un a_o de ventura s¢lo «si hacemos las cosas debidas para obtener esa garant¡a internacional que crear confianza y permitir que vengan inversiones y se refuercen las econom¡as regionales y las peque_as y medianas empresas».
Esa «garant¡a internacional» no es otra cosa que el «blindaje» financiero -cercano a los 30000 millones de d¢lares- que Argentina espera conseguir por parte de los organismos multilaterales de cr’dito, con el FMI a la cabeza y en el cual Espa_a aportar¡a unos 1000 millones.
«La idea plasmada en el programa que se consolid¢ en lo que se denomina blindaje es bajar los intereses de la deuda para poder aumentar el gasto social, generar empleo y salir de la recesi¢n que heredamos y todav¡a hace sentir su efecto inercial», explic¢ el titular del Ejecutivo.
El doctor De la Roa se encarg¢ de aclarar que el «blindaje» que -segon puntualiz¢- ser¡a un paliativo para el d’ficit fiscal no est garantizado en tanto el Congreso se demore en sancionar las «leyes que faltan y son necesarias, porque permitir n promover el trabajo para todos los argentinos» y «concretar obras como estas escuelas que estamos inaugurando hoy en Corrientes».
En otro orden de cosas, asever¢ que «la Alianza est vigente y m s fuerte que nunca» a pesar de que llega a su primer a_o de mandato sin su vicepresidente Carlos Alvarez, que dimiti¢ el pasado 6 de octubre.
«He venido a cumplir el a_o en Corrientes con el interventor» Ram¢n Mestre a quien estim¢ como un ejemplo de «administraci¢n correcta, honesta y transparente, valores que los argentinos tenemos que custodiar» ya que «est demostrado que se puede construir desde esa base».
Seguidamente sostuvo que el balance de la gesti¢n de la intervenci¢n era «muy positivo». Para ello brind¢ dos ejemplos: el primero referido a la escuela que hab¡an inaugurado y «la normalizaci¢n de las clases». Y agreg¢ que en la provincia, cuando fue intervenida «no hab¡a habido clases y ahora se desarrollaron normalmente, lo cual es algo excepcional».
A posteriori de las declaraciones efectuadas a los periodistas, se traslad¢ junto al interventor Mestre hasta el Hospital Vidal, que ser¡a reinaugurado luego de haber sido refaccionado.
All¡ lo estaban aguardando un centenar de manifestantes del izquierdista Frente de la Resistencia y seguidores del ex gobernador Raol Romero Feris del Partido Nuevo, que los recibieron en medio de cr¡ticas y abucheos y que pretend¡an entregarle un petitorio al presidente.
La silbatina que recibieron apag¢ los v¡tores de los simpatizantes de la Uni¢n C¡vica Radical, partido al que pertenecen De la Roa y Mestre, que miraban con cara de pocos amigos a quienes hostigaban a sus correligionarios.
Si bien no se registraron incidentes, las agresiones verbales estuvieron a la orden del d¡a caldeando el ambiente.
De la Roa puesto al corriente de lo que suced¡a en el frente del nosocomio, sali¢ prestamente por una puerta de emergencia emprendiendo el camino hacia el aeropuerto para abordar el Tango 02, el avi¢n presidencial, rumbo a la Ciudad de Buenos Aires.
Hac¡amos menci¢n, al comienzo de esta nota, del optimismo gubernamental m s all de algon desvelo.
Y en verdad, si algo sigue quit ndole el sue_o a la coalici¢n aliancista, esa vigilia se llama «blindaje».
Al cual s¢lo se arribar si la C mara Baja aprueba el Presupuesto 2001 que fue votado en la madrugada del jueves pasado por los senadores con el a_adido de un art¡culo en el que se dispone la restituci¢n -a los empleados estatales- de la quita del 12% de sus haberes establecido por el ajuste de mayo pasado.
Ahora bien, si el martes 12 los diputados lo votan (al Presupuesto) el Gobierno se ver ante una disyuntiva de hierro: o sancionar la llamada Ley de Leyes con la modificaci¢n del art¡culo de marras o vetarlo.
Sancionarlo implica que deber lidiar con la Misi¢n del FMI que ya puso el grito en el cielo por la incorporaci¢n ya referida. Con lo cual, el «blindaje» quedar pendiente de ser otorgado.
Y si lo veta, se enfrentar con el Senado -dominado por la oposici¢n peronista- que no querr dar marcha atr s con la modificaci¢n incorporada al Presupuesto. Es decir que el optimismo puede tener un vuelo muy corto.
Alberto Bastia
Jefe Corresponsal¡as INformativos.Net en Am’rica Latina