Hasta 1984 tenía trabajo. Estaba embarcado en un buque pesquero, pero un accidente a bordo lo convirtió en un discapacitado. Y de ahí a ser un desocupado, un solo peldaño. Luego, algún trabajo temporario lo que le permitía poder pagarse una habitación en un humilde hotel en la capital argentina. Todo en verbo pasado. Hace años que vive en un auto abandonado y se procura la comida como puede. Es, a grandes trazos la historia de Roberto, una más entre las miles de personas que en la noche del 24 de diciembre compartieron, en la Plaza de Mayo la cena solidaria de Navidad que organizó la CGT disidente. Mientras compartíamos la mesa con este tucumano que amasó sueños en su juventud, desde los parlantes montados sobre el escenario de espaldas a la Pirámide de Mayo la música sonaba sin parar. Un trozo de pollo, una abundante ración de ensalada, unos sabrosos chorizos a la parrilla, pan y gaseosa sabían a gloria para miles de familias. En tanto, los principales dirigentes de la central obrera saludaban a los viandantes. Cuando Hugo Moyano, titular de la CGT rebelde se acerc¢ a la mesa donde estaba este corresponsal, nos se_al¢ que el significado de la convocatoria ten¡a un sentido muy particular. «Porque tambi’n es una forma de protesta pac¡fica. Es un mensaje para la sociedad argentina y para el Gobierno en particular, porque cuando hay solidaridad se pueden mitigar las necesidades de la gente». Acariciando la cabeza de uno de los chicos que se acerc¢ a saludarlo, nos dijo que «si todos los argentinos que est n en condiciones hubieran imitado este acto, hoy muchos millones de compatriotas la hubieran pasado mucho mejor de la que lo est n pasando». Lo saludamos y caminando lentamente por el m¡tico paseo poblico, nos sentamos a uno de los bancos frente a la fuente de la plaza. All¡, Fernando, un sesent¢n sonriente desgranaba una rodaja del pan dulce que completar¡a la cena de Navidad. «Para que las palomas tambi’n tengan algo de comida» nos relat¢. Mientras los chicos correteaban por la plaza y algunos petardos sonaban a nuestro alrededor, le indic¢ a Informativos.Net que como discapacitado ten¡a un magro ingreso que s¢lo le alcanzaba para vivir en un cuarto de hotel en el barrio porte_o de Constituci¢n. «No me quejo, por lo menos no tengo que andar por ah¡ pidiendo limosna. Siempre hay alguien que me alcanza un plato de comida», nos coment¢. Muy cerca, Juan Manuel Palacios, titular del sindicato de choferes de colectivos (¢mnibus) se fotografiaba con un grupo de asistentes a la convocatoria. Tras ello, accedi¢ a dialogar con Informativos.Net. Una semana atr s, la administraci¢n del presidente Fernando de la Roa anunciaba el salvataje financiero, el llamado «blindaje». Palacios reflexion¢ sobre el tema mientras compart¡a la cena navide_a con los m s necesitados. «El blindaje financiero demuestra que lo onico que se va a hacer en Argentina es solucionarle el problema a los acreedores y no a los argentinos que tienen necesidad. Esta mesa solidaria de la Navidad, muestra, con total claridad que en la Argentina tiene que haber un cambio sustancial a partir de un modelo econ¢mico que tenga que ver con los intereses de la Naci¢n». El sindicalista, explic¢ que el modelo econ¢mico deb¡a tener «efecto hacia dentro» reactivando el mercado interno, la producci¢n argentina e impulsando «la exportaci¢n, mejorando los precios comparativos, porque hoy no somos competitivos en el mundo». Aclar¢ que si eso sucediera, las condiciones de vida de la poblaci¢n mejorar¡an, «si no estaremos cada vez peor». Las doce campanadas anunciaban que la Navidad hab¡a llegado. Sentado en una de las mesas, donde una mujer acunaba a su hijo, Julio Piumato, Secretario del gremio de los trabajadores de la justicia depart¡a el brindis. Tras ello, dialog¢ con Informativos.Net. «Esto de compartir la cena navide_a, explica que independientemente de ser un trabajador de la justicia, es un sentimiento argentino, y no s¢lo de los trabajadores. Explica, tambi’n, que el pueblo argentino no se ha resignado a perder esa alta cuota de solidaridad que siempre ha demostrado. Haber compartido el pan con los trabajadores, los desocupados, con las familias demostr¢ que mientras haya una injusticia en la tierra vamos a seguir luchando. Porque as¡, como compartimos la lucha este a_o, hoy compartimos el pan», detall¢ Piumato. Remarc¢ que a causa de un modelo econ¢mico de exclusi¢n «desgraciadamente, la fecha de Navidad, de paz y amor que implica la misma, hoy en nuestro pa¡s no es posible hacerlo, porque no puede haber paz y amor si no hay justicia. Hoy, en Argentina por imperio de este modelo econ¢mico de capitalismo salvaje no hay justicia, ni para los desocupados, ni para los trabajadores, ni para los que est n presos. Por desgracia, no hay justicia para nadie». El dirigente gremial llam¢ a que el Gobierno reflexionara, en tal sentido se_al¢. «tienen que leer este mensaje, tienen la oportunidad de cambiar y tendr¡an que pesarle la responsabilidad por los millones de hogares que hoy no han podido poner un plato de comida para compartir esta Navidad. El mensaje de esta mesa, m s all de las im genes doloros¡simas que hemos visto en mucha gente que se ha acercado, es que est tambi’n el sentido de esperanza, de dignidad y el clamor por justicia. Los que est n ac no aceptan este pa¡s y saben que podemos construir una Argentina mucho m s solidaria y con justicia social». Las campanadas del reloj de la Legislatura porte_a marcaban ya las 2 de la madrugada. La cena hab¡a concluido y al comp s de la mosica, hombres, mujeres y ni_os daban rienda suelta al festejo. El baile comenzaba. Abandonando la plaza, Carlitos empujando un carrito de supermercado donde transporta todos sus «bienes», acompa_¢ a este corresponsal por algunas calles. «Hace tantos a_os que vivo en la calle que perd¡ la cuenta de ello» nos cont¢. Cuando nos desped¡amos, nos relat¢ hac¡a donde se dirig¡a. «Voy a llevar estos tres pan dulces (que le entregaron en la plaza) a una gente que lo necesita». Alberto Bastia Jefe de Corresponsal¡as de Informativos.Net en Am’rica latina
EL PRECIADO BIEN DE COMPARTIR LA NAVIDAD EN PLAZA DE MAYO
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