ôAl contemplar la situación de falta de equidad y el flagelo de la desocupación en nuestro país, la gran deuda de los argentinos es la deuda social. Nos preguntábamos si estabamos dispuestos a saldarla. Frente a esta realidad no cabe el pesimismo derrotista ni el voluntarismo carente de propuestas, sino saber afrontar con grandeza nuestra situación actualö, afirmó en su mensaje navideño Monseñor José María Arancedo, Obispo de Mar del Plata (provincia de Buenos Aires). Arancedo, seguidamente, señaló ôeste espíritu de grandeza sólo será posible cuando asumamos como norma de vida la sinceridad y el compromiso con la palabra dada, la honestidad en la conducta y la solidaridad como expresión generosa de pertenencia a una comunidadö. ôEstos son los rasgos de una cultura que nos permitirá superar este estado de crisis, sobre todo moral, y mirar el futuro con un corazón esperanzado, porque apoya sobre la solidez de valores y actitudes superiores. Sobre esta base es posible construir y esperar un mundo nuevo», agreg¢ el prelado. El obispo marplatense record¢ que «el mensaje de Navidad es ante todo una canto de gratitud a Dios que se ha hecho hombre para acompa_ar al hombre», y enfatiz¢ que el mismo tambi’n es «la exigencia de un llamado que espera una respuesta generosa de cada uno de nosotros». En otro tramo de su homil¡a el hombre de la Iglesia remarc¢ que «m s all de las dificultades presentes la celebraci¢n de esta fiesta debe ser la oportunidad en la que todos, en especial la dirigencia pol¡tica, social y econ¢mica, nos preguntemos: +No habr llegado el momento de los grandes gestos que fortalezcan nuestra identidad como Naci¢n, para lograr un crecimiento sostenido y solidario?». Al tiempo, afirm¢: «Creo que este es el desaf¡o moral que nuestra patria necesita y reclama de sus hijos». Reclam¢ «gestos» al conjunto de la dirigencia «para saldar la gran deuda social de los argentinos frente al flagelo de la desocupaci¢n». «Hoy al acercarnos al pesebre en la intimidad de nuestras familias, les hago llegar la seguridad de mi afecto y oraciones junto a mi bendici¢n de padre y amigo, para iniciar con esp¡ritu de fe y esperanza el camino del nuevo milenio», concluy¢ el dignatario eclesi stico. Alberto Bastia Jefe Corresponsal¡as Informativos.Net en Am’rica Latina
EL OBISPO DE MAR DEL PLATA RECLAMÓ GESTOS A LA DIRIGENCIA POL-TICA, EMPRESARIA Y SOCIAL
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