Analistas económicos y sectores políticos consideran que la economía hondureña se verá afectada por la política migratoria de Estados
Unidos. La preocupación de diversos sectores fue manifestada a raíz de la proclamación de George W. Bush como el nuevo Presidente estadounidense.
Los analistas consideran que la posición republicana respecto a la inmigración constituye un mal presagio para Honduras. Este país
centroamericano depende económicamente de los cerca de 500 millones de dólares anuales que recibe de los inmigrantes hondureños que viven en los Estado Unidos.
El ingreso de divisas provenientes de Estados Unidos se ubica por encima de los principales rubros de exportación, incluidos el café, el
banano, y la industria del turismo. Este dinero es el sostén de miles de familias y la base financiera de muchas microempresas.
El partido Republicano, a través de la legislatura, planea dar un duro golpe a la inmigración latinoamericana al cortar el trabajo.
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