A tal efecto, fueron citados en la sede gremial nacional que lidera Rodolfo Daer, también Secretario General de la Confederación General de los Trabajadores oficialista. En lugar de una reunión, los despedidos fueron apaleados por matones que están al servicio de los dirigentes que dicen proteger los intereses de los trabajadores.
A LAS CORRIDAS POR LAS CALLES DE LA GRAN CIUDAD
Conocidos los hechos relatados arriba, Informativos.Net accedió a una entrevista exclusiva con una delegada gremial, a sólo tres horas de los repudiables actos de violencia contra los trabajadores despedidos.
Así se expresaba Angela Pacheco, delegada gremial del sindicato respectivo en la planta Terrabusi, minutos antes ingresar a una reunión con la diputada porteña, Vilma Ripoll, representante de Izquierda Unida en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
+Nos podría brindar un resumen del conflicto que atraviesan los empleados de la empresa Terrabusi-Nabisco?
Nos despidieron por hacer una asamblea los d¡as 30 de noviembre y 1¡ de diciembre de 2000. Primero echaron a dos compa_eros y luego hicieron lo mismo con setenta y siete m s. Est bamos en conciliaci¢n obligatoria, hasta que concluy¢ la semana pasada, tras lo cual reincorporaron a diez trabajadores. Los dem s quedamos despedidos por realizar esa asamblea.
Fuimos hasta nuestro gremio para solicitar un plan de lucha, se hizo un congreso de delegados y se aprob¢ que si no hab¡a reincorporaciones ni indemnizaciones ¡bamos a reclamar una protesta en el orden nacional. Si el paro lo hac¡amos exclusivamente en la empresa Terrabusi, corr¡amos el riesgo de que despidieran a trescientos o cuatrocientos trabajadores.
El pasado viernes 5 de enero nos concedieron una entrevista con los dirigentes sindicales para este lunes 8, a partir de las 4 PM (hora argentina). Nos presentamos los cuatro delegados con un grupo de compa_eros y por toda respuesta nos dan un manojo de peri¢dicos y que no habr¡a plan de lucha por parte del gremio de la alimentaci¢n. Cuando nos estamos retirando de la sede sindical, en el barrio de Constituci¢n, unos matones le pegan en la nuca a un compa_ero y nos empujan con violencia hacia la calle. Despu’s aparecieron m s personas y empezaron a pegarle a todo el mundo, fundamentalmente a las mujeres. Tuvimos que salir corriendo por la ciudad.
Encima se subieron al ¢mnibus en el que hab¡amos llegado y se robaron toda la documentaci¢n, adem s de romp’rselo.
Supongo que hicieron la denuncia policial correspondiente…
El due_o del transporte ya la hizo. Nosotros queremos que los medios de comunicaci¢n transmitan esta situaci¢n. Mientras tanto, otros compa_eros est n estudiando los pr¢ximos pasos legales.
¨Cu l es el estado de salud de los agredidos?
Tenemos un compa_ero con quebraduras pero no conocemos el diagn¢stico definitivo.
¨Con qu’ expectativas se reonen con la diputada Ripoll?
Queremos que se haga poblico el conflicto. Rodolfo Daer nos tiene que dar un plan de lucha en vez de molernos a palos. Tenemos problemas con Terrabusi. El patr¢n nos mata de hambre y encima nuestros dirigentes nos matan. Se supone que Daer est en contra del gobierno y me pregunto con qu’ cara convoca a un paro para el 1¡ de marzo pr¢ximo. Hemos llegado al colmo de que nuestro gremio, al igual que la empresa, nos responsabilice de los despidos.
Por lo que se desprende de lo aqu¡ relatado, hay sectores del sindicalismo argentino que parece haberse detenido en los a_os setenta, ‘poca en la que costaba mucho diferenciar qui’n era el enemigo. A veces los gremios parecen m s papistas que el Papa.
