A los militares se le imputan la muerte civiles en tres ataques cometidos en los años 1998, 1999 y 2000. En los mismos fueron asesinados 31 civiles, desaparecidos 8 y 4 resultaron heridos.
Aclaremos que dos de esos ataques se atribuyen a los militares, en tanto, el restante a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
En 1998 en el departamento del Meta, los paramilitares de ultraderecha asesinaron a 17 personas, hirieron cuatro y desaparecieron a otras 8 en Puerto Alvira. En esta matanza podrían estar implicados ûbajo los cargos de omisión- cuatro generales del ejército (Jaime Humberto Uscátegui, Jaime Cortés, Fredy Padilla y Agustín Ardila) y un suboficial. Según los informes los militares no habría tomado medidas para evitar el ataque de las AUC.
Por el crimen de 18 civiles ûniños en su mayoría- durante un bombardeo, en 2000, ocurrido en Santo Domingo, en un operativo contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP) se encuentran implicados tres integrantes de la Fuerza A’rea, un capit n, un t’cnico, un teniente y un mayor.
Otro de los casos por los cuales la PGN tambi’n present¢ cargos -contra tres suboficiales de las Fuerzas Militares- fue por el asesinato de seis ni_os que se encontraban realizando un paseo ecol¢gico en la localidad de Pueblo Rico (departamento de Antioquia). Los escolares, hace seis meses, fueron atacados, por los militares quienes en su defensa alegaron que los confundieron con «guerrilleros».
En su presentaci¢n la PGN sostuvo que los tres casos constituyen graves violaciones a los derechos humanos, raz¢n por la cual no pueden ser considerados como actos propios del servicio militar.