El jueves 2 de junio, en el popular programa televisivo æHora ClaveÆ, Patricia Bullrich, la actual ministra argentina de Trabajo, ex diputada menemista, perdió la compostura por apenas 10 segundos. Los suficientes, sin embargo, para decir lo indecible: que, en verdad, nadie había mostrado interés por presentarse a la privatización de Aerolíneas Argentinas y que Carlos Menem tuvo que llamarlo personalmente a Felipe González para solicitarle que Iberia lo hiciera. E Iberia lo hizo. Sin embargo, una comisión de expertos, encargados de analizar la propuesta española y presentar un informe, dictaminó que ésta era inviable ôeconómica y técnicamenteö. Ese informe nunca importó.
Era el año 1990. Carlos Menem, hoy detenido como presunto supuesto jefe de una asociación dedicada al contrabando internacional de armas, pero a quien se investiga en otra causa penal por presunto enriquecimiento ilícito, había llegado al poder un año antes. Se encontró entonces con una Corte Suprema integrada por cinco jueces, y pensó que no eran los m s favorables a sus deseos de cambiar el pa¡s. Por ley (ten¡a mayor¡a en el Congreso), ampli¢ el nomero de jueces de la Corte de cinco a nueve -fue el primer esc ndalo de politizaci¢n de la justicia de su mandato-, y eligi¢ personalmente a los cuatro nuevos integrantes. Esa misma Corte ‘reformada’, leal a Menem, fue la responsable de un hecho inaudito en la historia judicial argentina: el ‘per saltum’. Un ‘per saltum’, extra_o t’rmino jur¡dico, significa que una instancia superior (en este caso, la Corte Suprema), borra de un plumazo los cauces y plazos judiciales ordinarios, y se define competente en una causa instruida por otro. Y la causa no era sino la que ten¡a en sus manos un juez de primera instancia, quien hab¡a suspendido la privatizaci¢n de Aerol¡neas por sospechas de graves irregularidades, las mismas irregularidades denunciadas por la comisi¢n de expertos. En un solo d¡a, plazo r’cord para una justicia local a la que se la suele acusar de lenta e ineficiente, la Corte Suprema decidi¢ que la privatizaci¢n estaba bien hecha, e Iberia pas¢ a hacerse cargo de Aerol¡neas el 21 de noviembre de 1990.
Una de las cl sulas de la privatizaci¢n, por ejemplo, estipulaba que Iberia pod¡a incluir en el pasivo de Aerol¡neas la deuda que la propia Iberia hab¡a contra¡do para comprarla. E Iberia lo hizo. El Estado argentino, adem s, y eso fue parte de la negociaci¢n secreta entre estados previa a la transferencia, se oblig¢ a asumir el pasivo de la empresa, que era de 741,35 millones de d¢lares, por lo que Aerol¡neas fue entregada sin deuda alguna (as¡ consta en el contrato de transferencia).
Cosa curiosa. Durante el gobierno de Raol Alfons¡n, el entonces ministro de Obras y Servicios Poblicos, Rodolfo Terragno, fue el primero en mostrar -en 1988- el inter’s de la aerol¡nea escandinava SAS por comprar el 40 por ciento de las acciones de Aerol¡neas. La operaci¢n nunca se llev¢ a cabo por la negativa del Partido Justicialista (peronistas). Sin embargo fue Menem, un peronista, quien plante¢ la privatizaci¢n de Aerol¡neas como su primer gran proyecto de gobierno.
Aerol¡neas ten¡a entonces 28 aviones propios y uno alquilado. Hoy, tras casi 11 a_os de gesti¢n espa_ola -salvo 12 meses en los que la gesti¢n fue concedida a American Airlines, un socio minoritario-, tiene 1 avi¢n propio y 43 alquilados. El patrimonio de Aerol¡neas, en el momento de ser entregada a Iberia, fue valorado en 636 millones de d¢lares (contando s¢lo los bienes f¡sicos y no los intangibles, como la marca o las rutas). Aerol¡neas pose¡a lujosas oficinas comerciales en la V¡a Veneto de Roma, en los Campos El¡seos de Par¡s y en el Rockefeller Center de Nueva York. Hoy no tiene ninguna de esas sedes, que fueron vendidas. Ten¡a 3 simuladores de vuelo en Catalinas, la zona financiera de la capital porte_a, y era la onica l¡nea a’rea de Am’rica Latina que contaba con simuladores propios, a los que ven¡an a capacitarse -pagando- los pilotos de otras l¡neas a’reas del continente. Tambi’n fueron vendidos, en curiosas circunstancias. No se sabe d¢nde est el simulador del Boeing 727. El del Boeing 737 est en Miami, propiedad de la empresa Panamerican, y all¡ acuden a formarse -pagando tambi’n- los pilotos de Aerol¡neas. El m s imponente de los simuladores, el del Jumbo, fue vendido por Aerol¡neas a Iberia, y est en las afueras de Madrid en el Centro de Instrucci¢n de Pilotos de la compa_¡a ‘espa_ola’. Ese simulador, valorado en 3 millones de d¢lares, fue comprado por Iberia en tan s¢lo 700.000. Adem s, en el contrato de compra-venta se establec¡a, entre otras cosas, que los pilotos de los Boeing 747 de Aerol¡neas s¢lo podr¡an hacer horas de simulaci¢n en el simulador madrile_o, y s¢lo al precio unilateralmente fijado por Iberia, independientemente de los precios habituales en el mercado.
Cuando Aerol¡neas pas¢ a las manos de Iberia, ten¡a 11.500 trabajadores. Hoy tiene 6.500. Sin embargo, y pese a las continuas reducciones de personal, aument¢ el rubro global de remuneraciones (los gerentes espa_oles ten¡an sueldos promedio que rondaban los 3 millones de pesetas mensuales).
Entre 1991 y 1992, el espa_ol Miguel -ngel Derqui fue el vicepresidente de la compa_¡a. Todav¡a se conservan los documentos con los que instruy¢, a las sucursales de Aerol¡neas en todo el mundo, para que enviasen a diario, «en remesas no inferiores a 50.000 d¢lares», todo lo recaudado a la sucursal del Banesto en Nueva York. Y, parad¢jicamente, de esa misma sucursal proced¡an los pr’stamos que el Banesto conced¡a a Aerol¡neas a un inter’s del 14 por ciento. Derqui fue el liquidador de Galer¡as Preciados a favor de El Corte Ingl’s, hoy socio de la privatizada Iberia.
Entre 1993 y 1996, el argentino Carlos Bettini, exiliado en Espa_a durante la dictadura local, amigo de Felipe Gonz lez segon fuentes judiciales, fue director titular en Aerol¡neas. La hoy ministra argentina de Trabajo, Patricia Bullrich, le inici¢ una causa judicial cuando ella era directora de Pol¡tica Penitenciaria. Bettini le ofreci¢ entonces dinero para favorecer a empresas espa_olas en la construcci¢n de c rceles. Bettini era, por tanto, y al mismo tiempo, ‘lobbista’ de empresas espa_olas y director de Aerol¡neas en nombre del Estado argentino.
Entre 1993 y 1998, otro representante crucial del Estado argentino en Aerol¡neas fue Abdo Menehem, primo de Menem. Su funci¢n, como la de Bettini, era velar para que los intereses del Estado austral en la compa_¡a fuesen respetados. Sus experiencias empresariales anteriores le otorgaban m’ritos m s que suficientes para llevar a cabo la tarea encomendada: fue due_o de un modesto bazar y de una f brica de moldes para flanes. Su sueldo mensual en Aerol¡neas era de 2 millones de pesetas.
Los sucesivos directorios espa_oles de Aerol¡neas disminuyeron las frecuencias de vuelos a Madrid, concedieron a Iberia los mejores horarios en esa ruta, y a Aerol¡neas los peores, y entregaron a la compa_¡a espa_ola todas las conexiones intereuropeas que antes ten¡a Aerol¡neas (Par¡s, Londres, Roma, Frankfurt). Aerol¡neas perdi¢ con ello 110 mil pasajeros y millones de d¢lares.
A mediados de 1997, los cuatro directores argentinos de Aerol¡neas denunciaron que el supuesto ‘vaciamiento’ de la empresa estaba sirviendo para financiar, de manera ilegal, al PSOE. La causa penal lleg¢ al juzgado federal de Rodolfo Canicoba Corral. Segon la denuncia, la maniobra se habr¡a cometido durante la gesti¢n de Manuel Mor n como presidente de Aerol¡neas, por medio de asientos contables falsos. La causa fue archivada.
En 1998 Iberia traspasa sus acciones a una nueva sociedad llamada Interinvest, formada por Iberia con 10 por ciento, por los bancos Merril Lynch y Bankers Trust y por la SEPI. Interinvest ten¡a entonces un 83,5 por ciento de las acciones, y el resto se repart¡a entre el Estado argentino y los trabajadores de la compa_¡a. Hoy, tras cambios accionarios y la retirada de American e Iberia, es la SEPI la que controla el 91,2 por ciento de la compa_¡a, y la que trata de remediar -a fuerza de miles de millones de pesetas-lo que parece irremediable.
Iberia, que compr¢ Aerol¡neas pidiendo dinero prestado, es hoy una compa_¡a privada, pujante, que cotiza en Bolsa. Aerol¡neas, entregada sin deudas, est a punto de quebrar. En 11 a_os pasaron muchas cosas, y casi todos temen que un velo las siga ocultando por siempre.
CARLOS -LVAREZ TEIJEIRO
JOS+ CRETTAZ