2. Estos críticos lo respaldan y están de acuerdo en prorrogar la zona desmilitarizada siempre y cuando nosotros nos comprometamos a suspender todo lo que los afecta, como las retenciones económicas, las pescas milagrosas, la utilización de cilindros contra la Fuerza Pública, el respeto a los derechos humanos, no atacar a la fuerza pública ni a los organismos de seguridad del Estado, permitir el libre ejercicio político a los partidos tradicionales, no aplicar la ley 002, no reclutar a menores de edad, suspender la voladura de oleoductos, torres de energía, cese del fuego y hostilidades contra la población civil, verificación internacional etc. etc. Estas y otras, son las exigencias de quienes se oponen al proceso de paz con justicia social y soberanía.
3. De esta manera la clase política bipartidista y el Congreso, han evadido la responsabilidad histórica y política ante el pueblo como promotores y artífices de la violencia partidista. Fue así como el parlamento en forma unitaria aprobó una ley autorizando al ejecutivo en el gobierno del Presidente Guillermo Le¢n Valencia, para que diera la orden de ocupar militarmente la regi¢n de Marquetalia, conforme la aplicaci¢n del plan LASO, asesorado por los Estados Unidos para liquidar las libertades democr ticas y afianzar el Frente Nacional, dando inicio al operativo militar al cual le han dado continuidad hasta hoy. Esta responsabilidad hist¢rica no es de nosotros sino del Estado y los partidos tradicionales durante 37 a_os en el Poder, manejado a trav’s de leyes antidemocr ticas y represivas.
4. En este mismo orden de ideas, nosotros tambi’n
reclamamos y exigimos del Estado y del bipartidismo una real voluntad pol¡tica, para combatir el paramilitarismo de Estado lo antes posible para que no acaben con los colombianos desarmados y con el proceso de paz emprendido por el Presidente Pastrana y las FARC-EP. Exigimos soluciones reales al desempleo y subempleo, subsidio al desempleo como soluci¢n temporal; estudio por regiones para la concreci¢n de la reforma agraria que entregue la tierra al campesinado que la quiera trabajar; modificaci¢n de las costumbres pol¡ticas otorgando iguales derechos a nuevas corrientes y movimientos independientes no afiliados a los partidos tradicionales; depuraci¢n de la Fuerza Poblica, procesamiento y castigo por la justicia civil a sus miembros comprometidos con el paramilitarismo y el genocidio pol¡tico de la Uni¢n Patri¢tica y el Partido Comunista; defensa de la soberan¡a nacional; elaboraci¢n de una nueva teor¡a de la seguridad nacional a cargo de un equipo de notables, nombrados por La Mesa para que estudien en 6 meses c¢mo y en qu’ condiciones reducir el tama_o y el presupuesto del ej’rcito y la polic¡a de acuerdo con la realidad nacional y fronteriza; mejoramiento de la justicia conforme lo plantea la Agenda Comon; castigo a los corruptos y devoluci¢n de los dineros al fisco; relaciones internacionales en igualdad de condiciones y respeto mutuo en los asuntos internos de cualquier pa¡s .
Todo esto debe corresponder a un cambio en las estructuras del Estado y su r’gimen pol¡tico por medio de una Asamblea Nacional Constituyente.
5. Estas y otras, son nuestras exigencias, y que la sociedad colombiana reclama con urgencia las que no pueden ser resueltas mediante la confrontaci¢n interponiendo intereses for neos o personales con cualquier pretexto. Por exigir cambios como los se_alados anteriormente fuimos tildados de narcotraficantes por el ex embajador Lewis Tambs. Hoy el Secretario de Estado Colin Powel nos ha tildado de terroristas, segon la concepci¢n de los Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, que el Presidente Pastrana apoya integralmente, independientemente del conflicto interno que tiene otras connotaciones pol¡ticas y sin tener en cuenta nuestra plataforma en la lucha para transformar el Estado. Desconociendo esto, los Estados Unidos no desisten de intervenir en Colombia y pa¡ses
hermanos, buscando impedir la independencia de los pueblos Latinoamericanos del imperio. Frente a esto es necesario un pronunciamiento claro del Se_or Presidente Pastrana.
6. Si todos estos elementos son tenidos en cuenta por los opositores al proceso de paz, es posible salvar los Di logos y la Negociaci¢n en los meses faltantes al mandato del Se_or Presidente. En caso de no ser as¡, la responsabilidad hist¢rica recaer sobre quienes han propiciado este clima de incertidumbre por los medios de comunicaci¢n, puesto que han obligado al Se_or Presidente a condicionar los di logos a solamente 3 meses y a tomar otras medidas perjudiciales para el proceso. Ah¡ si, como dicen los refraneros «como si esto fuera soplar y hacer botellas». Por ello se requiere de un gran esfuerzo nacional uniendo voluntades por encima de intereses econ¢micos, partidistas y electorales, y rodear La Mesa sin
condicionamientos ni retaliaciones, con todos los sectores de la sociedad colombiana para buscar una salida civilizada en la que las FARC estar n en primera l¡nea por la paz y la reconciliaci¢n nacional.
No siendo otro el motivo de la presente me despido de Usted, Se_or Presidente, haciendo votos porque su mandato termine con ‘xitos en la pol¡tica de paz, para satisfacer el clamor nacional y hasta una nueva oportunidad.
ATTE.
Manuel Marulanda V’lez.