Chávez, decidido a buscar más respaldo en los sectores pobres -y mayoritarios- de la población, aseguró desde una tarima en la populosa parroquia caraqueña El Valle que «nosotros no somos miles, somos millones. Estamos dispuestos a lo que sea para defender nuestra revolución.
Mientras, una singulkar y provocadora marcha de ilitares retirados no llegó este jueves a su meta, el Palacio de Miraflores por razones de seguridad. Para evitar posibles enfrentamientos entre opositores y oficialistas, la Policía Metropolitana estableció 11 cordones de seguridad que intentaron impedir choques violentos entre ambos bandos
Chávez retomó su verbo encendido en una tribuna frente a las masas para advertirle a los grupos desestabilizadores que buscan su salida del Palacio de Miraflores que “conseguirán millones de venezolanos de pie dispuestos a defender la revolución venezolana”.
Chávez habló a sus seguidores que se concentraron en el barrio Las Malvinas de El Valle donde supervisó las obras de viviendas construidas en el marco del Plan Caracas, ejecutado entre la tercera división de infantería del ejército, Fundabarrios, y la alcaldía del municipio Libertador.
El jefe de Estado dijo a quienes coreaban su apellido continuamente que “Venezuela está hoy dando una batalla que trasciende los limites de Venezuela misma, nosotros estamos hoy en el centro de la atención del mundo entero, cada día, cada hora, sobretodo los pueblos pobres del mundo tienen su fe y esperanza puesta en la revolución venezolana que estamos impulsando”.
Chávez reiteró que “la revolución venezolana ya no nos pertenece sólo a nosotros, las banderas bolivarianas están siendo levantadas por millones de seres humanos, por eso nosotros debemos estar a la altura de la esperanza que se ha desatado en el mundo, no podemos quedarle mal a los pueblos de este continente”.
En segundo lugar, insistió Chávez en que “la revolución sigue estando amenazada, siguen diversas fuerzas contrarrevolucionarias tratando de enterrar nuestra revolución, así lo digo y por eso llamo a todo el pueblo venezolano desde la frontera del occidente, en la selva, en la sierra de Perijá, desde la Guajira hasta la selva del Orinoco, y desde la Península de Paria hasta las montañas de los Andes, a ponernos de pie, a unirnos, para impedir que vayan a enterrar nuestra vida, nuestra esperanza, nuestra revolución”.
El mandatario recomendó a sus seguidores que no pierdan de vista la situación nacional “porque en cualquier momento pueden tratar de lanzarnos otro zarpazo mortal como el que lanzaron el 11 de abril, pero yo desde aquí, desde este sitio, desde el corazón del pueblo le advierto a los enemigos de la patria, a los contrarrevolucionarios que pudieran estar pensando que a Chávez lo van a tumbar, lo van a enjuiciar, lo van a sacar del gobierno, que no lo van a poder hacer, les advierto que conseguirán millones de venezolanos de pie dispuestos a defender la democracia bolivariana.
“Yo más magnánimo no he podido ser después del golpe de Estado, he estado llamando al diálogo, a la rectificación donde haya que rectificar, he estado haciendo cambios, tomando medidas, oyendo las críticas, convocando al mundo a que venga y vea lo que aquí está pasando. Pero sin embargo hay algunos sectores que no quieren oír, contrarrevolucionarios, que pretenden continuar desestabilizando el país ”, añadió
También dedicó un momento para vincular con esta situación a los militares. En este sentido, alertó a “aquellos que siguen pensando que los militares venezolanos se van a prestar para derrocar a Chávez, pues vean muy bien lo que les pasó a los que traicionaron el pueblo el 11 de abril. Yo soy un instrumento de ustedes, ellos lo que quieren es atropellar al pueblo venezolano”.
Antes de despedirse como acostumbra en actos públicos, cantando las estrofas del himno nacional, Chávez recordó que el año que viene se puede convocar el referéndum revocatorio sobre su mandato. Si le es adverso, se va, “pero si me dicen que sí continuaré echando el resto de mi vida por el pueblo venezolano, con este amor inmenso que tengo en el corazón. …Les juro por Dios y por mis hijos que jamás los abandonaré, estaré con ustedes siempre”.
“Unión, organización, batalla y victoria para siempre”, fue su frase final.
Mientras, el Vicepresidente José Vicente Rangel consideró que para muchos parecería quijotesco hablar de diálogo en un país lleno de pasiones, pero señaló que es necesario recoger las riendas del diálogo y del entendimiento; reconoció que existen problemas en el país de lo contrario no se hablaría de diálogo.
Caracterizó a la democracia dentro del contexto de la conflictividad y la tensión pues todo lo contrario es atribuíble a las dictaduras y al autoritarismo, puso como ejemplo la huelga que de desarrolla actualmente en España, ejemplo de la vida en regímenes de libertad, de democracia.
“Inseguridad y desempleo dos temas fundamentales para el país”, insistió; este es un ejemplo de que entre el Ejecutivo y otros sectores hay puntos de coincidencia, pero hay que sentarse a dialogar, también destacó otra de las propuestas, la necesidad de un nuevo Pacto social porque en Venezuela es anacrónico, no existe hay que reponerlo.
“Nos entendemos o nos destruimos -reiteró – esto no es un chantaje hay un proceso letal que puede conducirnos a la violencia. Estoy convencido que la mayoría de los venezolanos aboga por la paz por el entendimiento que repudia la violencia es por lo que se plantea el diálogo como alternativa”.
Mientras, la marcha que arrancó esta mañana desde la Plaza Francia en la coqueta urbanización caraqueña de Altamira llegó a apenas diez cuadras del Palacio de Miraflores, supuestamente para evitar posibles enfrentamientos con seguidores del chavismo.
La Policía Metropolitana colocó a varios uniformados en un cordón de seguridad en todas las esquinas, para impedir que arribe la multitud al Palacio de Miraflores, donde un grupo de chavistas gritaban “No pasarán”.
Aram