Entre La Paz y el Titicaca hay muchas comarcas donde el poder está en manos de comunidades aymaras armadas. En el lado peruano se pueden repetir levantamientos de pueblos como el de Ilave. En el Viejo Mundo, muchas etnias que se consideran subyugadas animan movimientos separatistas cívicos o armados. En las Américas esto no se ha dado y las etnias relegadas sólo demandan mejoras sociales, tierras, autonomía, iguales derechos u oficialidad de su lengua. Mas si hay una nación amerindia que podría incubar tendencias secesionistas ésta es la aymara. Esto podría ser reforzado por quienes levanten una confrontación entre las tierras bajas y altas bolivianas para discernir si el gasoducto debería acabar en Chile o Perú.
Isaac Bigio
Analista Internacional