Una falsa percepción nos lleva a pensar que cada vez hay menos agua, pero lo cierto es que esta afirmación es errónea. El agua presente en la biosfera es siempre la misma pero, sin embargo, sí cambia su estado. Dependiendo de múltiples factores, el agua disponible puede ofrecer un estado sólido, líquido o gaseoso. Lo relevante es saber de cuánta agua potable disponemos.
La Asamblea General de las Naciones Unidas exige cumplir con los derechos humanos del agua y al saneamiento. En este punto es donde se produce el conflicto, ya que debido a la intervención en los procesos, el acceso al agua potable es cada vez más dificultoso.
“La falta de recursos financieros para infraestructuras no son la restricción vinculante más importante que tenemos para hacer frente a la gestión del agua sostenible a nivel mundial”, nos dice en esta entrevista Gonzalo Delacámara, economista, asesor internacional en política de agua de la Comisión Europea, del sistema de Naciones Unidas, del Banco Mundial y miembro de la Iniciativa de Gobernanza de Agua de la OCDE.
Grabación de la entrevista, en directo, con Gonzalo Delacámara el pasado 4 de junio de 2021
Por un lado tendemos a creer que en este aspecto la tecnología acabará solucionando los problemas y que sea cual sea el problema alguien impondrá una norma que lo solucionará. Por otro lado, y en contra de lo que se cree, los temas de seguridad hídrica a largo plazo o los de adaptación al Cambio Climático, tienen un interés cada vez mayor para los capitales internacionales.
“Hay liquidez y abundancia de recursos financieros que no están siendo canalizados a donde son necesarios, tanto en términos del agua en su conjunto como dentro de la propia Gestión del Agua, en determinados subsectores donde esto sería más importante. Tomamos malas decisiones en torno a la Gestión del Agua porque tenemos muchos (buenos) incentivos para tomar malas decisiones” , argumenta Delacámara.
Respecto a lo que se ha interpretado como el inicio de las estrategias de la privatización del agua por el caso del Estado de California, Gonzalo Delacámara asegura que la lectura no es correcta. Lo que en realidad ha ocurrido es que se ha creado un mercado de contratos de futuro y un índice de precios vinculado a cinco mercados regionales. Pero en estos mercados no se está intercambiando agua. Lo que se intercambian son títulos financieros que se construyen a partir de cinco mercados reales de agua que se dan en el Estado de California.
“La categoría del agua es de ‘bien de dominio público’. Esto implica que la gestión de ese recurso debe ser tutelada por el sector público que representa el interés general. No obstante, la creación de estos contratos de futuro pueden provocar un riesgo de especulación que debería resolverse con una buena regulación pública de esos mercados financieros”
2.700 millones de personas en el mundo no tienen un acceso seguro al agua potable y 4.300 millones de personas no pueden acceder a un retrete privado en el que las excretas puedan ser tratadas in situ. Esto provoca que 1.000 millones de personas consumen permanentemente agua con sustancias fecales y otros casi 1.000 millones de personas defecan al aire libre, muchas de ellas en el sur de Asia. Este, según Gonzalo Delacámara, no es un reto que depende de los mercados financieros, sino de la gobernanza.
Audio -editado- de la entrevista con Gonzalo Delacámara en formato podcast
En lo que respecta a las expectativas de futuro, el Pacto Verde, tanto en Europa como en Estados Unidos, se está vinculando a la recuperación post pandemia y proporciona un relato que le estaba faltando a un proyecto de la Unión Europea (UE) en la que quizás es la peor crisis de su historia. Este Pacto Verde, unido al Pacto de Digitalización y al primer embrión de lo que sería un presupuesto general, los fondos Next Generation EU, consigue que todos los Estados miembros de la Unión Europea mutualicen la deuda, acudan de manera conjunta a los mercados internacionales y se endeuden de manera solidaria para ser capaces de financiar aproximadamente dos billones de euros. En Estados Unidos se ha hecho un esfuerzo paralelo para financiar aproximadamente dos billones de dólares.
Delacámara subraya en esta entrevista que cometemos un error al pensar que los temas ambientales tienen una dimensión esencialmente local, inducidos por la realidad de que los servicios energéticos o el agua nos los facilitan en casa. El agua residual se la llevan de nuestra casa, los residuos sólidos nos los retiran en casa…Sin embargo, son realidades globales y por tanto las soluciones deben ser supranacionales.
“Los ríos, los océanos o el aire no entienden de fronteras administrativas. Por tanto, es necesaria una gobernanza global que haga frente a desafíos que por definición lo son”
La hoja de ruta europea es a largo plazo y deberá seguirse al margen de la ideología política de los diferentes gobiernos. Existe un objetivo de descarbonización de la economía para el año 2050, que implica una transformación estructural de la economía como nunca hemos conocido. Pero la Transición Ecológica debe ser a su vez compatible con la justicia social. Sus costes no deben ser cargados en exceso en determinados grupos.
Escucha el audio -editado- de la entrevista con Gonzalo Delacámara en Spotify
En lo que respecta al agua en España, el primer dato importante es que el 70% del territorio nacional está en riesgo de desertización y un 20%, una de cada cinco hectáreas, ya están desertificadas de facto; sobre todo en la zona del sureste de la península. Según datos de la Agencia Europea de Medioambiente sobre explotación en cuencas hidrográficas europeas, sabemos que entre las diez cuencas con mayor nivel de explotación de agua, siete están en España.
¿Cómo es posible que en zonas donde la escasez de agua es estructural florezca una agricultura intensiva que genera mucha actividad económica y que tienen mucho vigor en relación al valor añadido bruto en Europa? Gonzalo Delacámara insiste en que confluyen muchas ventajas comparativas. Tenemos abundancia de suelo, un coste laboral muy bajo y más horas de sol que ningún otro país de la Unión Europea, pero nos falta el agua. El conflicto surge al intentar armonizar los intereses económicos y los planes de sostenibilidad.
Con respecto al turismo, en 2019 llegaron a España 89 millones de turistas. A esta cifra hay que unir una extraordinaria concentración de turismo nacional en un corto período de tiempo en el Mediterráneo y las islas. Paradójicamente son las zonas que tienen mayor escasez de agua de todo el territorio.
“El desafío está en el tratamiento de las aguas residuales. Estamos perdiendo la oportunidad macroeconómica de aprovechar la economía circular. Recuperar esas aguas, tratarlas con procedimientos avanzados, volver a inyectarlas en el sistema y en el camino recuperar energía, biogas fundamentalmente, y nutrientes que podemos canalizar hacia nuestra agricultura para que no dependa de los fertilizantes”
El nuevo bien público a proteger es la seguridad hídrica a largo plazo, en un contexto de adaptación al Cambio Climático.
Gonzalo Delacámara nos muestra en esta entrevista una visión absolutamente novedosa de cómo debemos afrontar el debate de la gestión del agua a nivel global.
No te la pierdas.
*También puedes escuchar el audio de esta entrevista, editado, en mi canal de Patreon:
https://www.patreon.com/posts/58788557
**A Gonzalo Delacámara ya lo entrevistamos en 2017 sobre la política del agua en España:
https:/2017/entrevista-a-gonzalo-delacamara-la-gestion-del-agua-sigue-siendo-una-asignatura-pendiente-en-espana/