La vuelta el sábado de los cosmonautas rusos y francés a bordo de la Mir, a puesto punto final, sin duda, a la aventura de la estación espacial rusa, que se encuentra deshabitada por primera vez desde hace diez años, antes de su ô funeralö pronosticado para el año 2000.
ô Desalojamos la nave sin la esperanza de que alguien no reemplaceö , ha declarado el comandante de a bordo Viktor Afanassiev, en la última conexión con la tierra.
La cápsula Soyuz, que se ha separado de la estación Mir para traer a la tierra al francés Jean Pierre Haignere y a los rusos Viktor Afanassiev y Serguei Avdeiev, se ha posado en la tierra con dos minutos de antelación sobre el horario previsto, a 70 km al norte de Arkalyk ( Kazakhstan).
La tv rusa ha difundido el sábado las imágenes de la llegada en las estepas de Kazakhstan de los tres hombres, atrofiados tras una larga temporada sin gravedad y un poco aturdidos por el aterrizaje.
La Mir ha sido un símbolo durante trece años de la perfección de las tecnolog¡as del espacio sovi’ticas y despu’s rusas. 26 misiones, de las que 23 han sido internacionales, han sido efectuadas en la Mir.
ADIOS A LA ESTACIÓN MIR
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