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Aragón se convierte así en la última comunidad autónoma tradicionalmente gobernada por el PP que pasa a manos del PSOE, tras las pasadas elecciones autonómicas del 13 de junio. El PAR tomó ayer la decisión, que era algo ya sabido de antemano por el distanciamiento que últimamente ha habido entre el PAR y el PP.
En el Partido Popular ya se han producido las primeras reacciones. Los dirigentes "populares" han manifestado a los dirigentes aragonesistas que toman "buena nota" de su cambio de apoyo y que su abandono al PP "tendrá sus consecuencias", lo que ha sonado a amenaza, pero no parece preocupar en absoluto a los políticos aragoneses.
