El objetivo de la ONU es que todos los países dediquen, por lo menos, el 0,7 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto) a esta clase de ayudas, pero sólo Dinamarca, Suecia, Noruega y Holanda lo cumplen. La media de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) sólo llega al 0,4 % del PIB y España es uno de los cuatro países que menos porcentaje dedica, con sólo el 0,23 por ciento. Los únicos tres países que aportan todavía menos dinero que España para las ayudas de la OCDE al desarrollo son Estados Unidos (0,09 % de su PIB), Italia (0,11 %) y Japón (0,22 %).
Además el grueso de las ayudas de España han ido a parar a ayuntamientos, ministerios, oficinas culturales, embajadas, empresas y gobiernos, en vez de a organizaciones con fines humanitarios y de cooperación con el Tercer Mundo. Pero las tres "ayudas al desarrollo" del Gobierno que más han escandalizado a los partidos de oposición han sido las que han ido a parar a RTVE para emisiones en Asia y Africa (250 millones de pesetas), a la Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica (300 millones de pesetas) y al Ministerio de Asuntos Exteriores de Perú (271 millones).
Al parecer, esta última ayuda tiene que ver con la expansión del grupo Telefónica en dicho país y su compra de TdP (Telefónica de Perú), el operador telefónico de este país, que repite allá los mismos fallos que Telefónica comete en España.