Además de los desacuerdos sobre las modalidades de la última retirada israelita, un nuevo impas se ha producido en las negociaciones entre los israelitas y la Autoridad palestina, sobre la liberación de los prisioneros palestinos.
En los acuerdos de Wye (1998), Israel se comprometió a liberar a 750 detenidos, aunque el texto no precisa si se trata de detenidos políticos o detenidos por delitos comunes.En este punto, tanto Netanyahu como Barak han jugado llevándose el gato al agua y obligando a los palestinos a declarar que ô no tienen ninguna intención de pedir la libertad para traficantes de drogaö, haciendo entender, que los acuerdos dan por explícita la idea de que se trata de presos políticos.
La segunda divergencia en este tema viene dada por el número de prisioneros de seguridad ( políticos) palestinos, que Israel tendría en su poder. Mientras que los palestinos afirman que son al menos 2.100, Israel habla de 1.894 y mientras los palestinos piden que sean todos liberados, Barak afirma que solo dejar libres a los que no hayan cometido delitos de sangre. As¡ pues, las negociaciones pueden eternizarse, ya que entre israelitas y palestinos no parece haber ningon punto de encuentro.
Barak pretende liberar a 250 palestinos en dos fases. Una primera en septiembre, tras la entrada en vigor del acuerdo y una segunda el 8 de octubre, d¡a del prisionero palestino. Barak liberar¡a tambi’n a un determinado nomero de presos comunes, acto que viene siendo arduamente criticado por los palestinos.
Entre los allegados a Arafat se comenta que el tema de los prisioneros es el m s doloroso y urgente para la poblaci¢n palestina. Un gran nomero de prisioneros llevan a_os encerrados, otros est n enfermos y los hay que son demasiado viejos o demasiado j¢venes.La liberaci¢n de los prisioneros es m s importante para las familias que la misma constituci¢n de un Estado palestino. Las discusiones entre palestinos e israelitas prosiguen.
BARAK INTERPRETA LOS ACUERDOS DE WYE A SU MANERA
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