Ehud Barak ha cerrado definitivamente ayer lunes las puertas al partido de derechas Likoud, prefiriendo a los ultra-ortodoxos del Shass para formar coalición.
El Likoud rechazó las líneas fundamentales del gobierno tal y como se le iban presentando, según ha informado el portavoz del partido de los trabajadores. Rabihya.
El ministro saliente de asuntos exteriores, Ariel Sharon, ha acusado a los laboristas del fracaso de las negociaciones, afirmando que el Likoud deseaba unirse al gobierno en el marco de una colaboración auténtica, para defender los intereses del pueblo de Israel. Según Sharon, ahora se verán obligados a luchar contra el gobierno desde la oposición.
El Likoud exige seguir con la colonización de la parte anexa de Jerusalem y rechaza la retirada total de los altos del Golan sirio, conquistados en junio de 1967.
Barak deberá presentar su gobierno ante el parlamento antes del 8 de julio, de no ser así los israelies deberán volver a las urnas.
BARAK Y EL LIKOUD ROMPEN RELACIONES
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